La
vergüenza es aquel sentimiento que se manifiesta con la turbación del
ánimo como consecuencia de haber llevado a cabo alguna falta grave, o
por la realización de alguna acción humillante y deshonrosa, ya sea propia o ajena.
Una de las manifestaciones físicas más características de este sentimiento es el encendido del color del rostro, tornándose a un color rojo y evidenciando el mencionado sentir de la persona que lo padece.
Una de las manifestaciones físicas más características de este sentimiento es el encendido del color del rostro, tornándose a un color rojo y evidenciando el mencionado sentir de la persona que lo padece.
Por
ejemplo, en una reunión todos insisten en que Laura mencione algunas
palabras, en tanto, como es muy tímida, tal situación desencadenará la
vergüenza latente de Laura a quien de pronto, ante los aplausos para
animarla a que hable, se le pondrán los cachetes rojos. El rubor en su rostro era una clara muestra de la vergüenza que sentía.
La vergüenza es un sentimiento que se encuentra estrechamente vinculado al miedo de
pasar la mencionada vergüenza, como comentábamos en el ejemplo
anterior, Laura, siente vergüenza de hablar en público y seguramente la
causa de ello se encuentra en el profundo miedo que le da equivocarse
mientras está hablando, contradecirse o trabarse en el medio del
discurso.
Generalmente, la vergüenza es una característica
muy común entre las personas tímidas, porque quienes son tímidos al
extremo no querrán jamás mostrar en público ciertos aspectos de su personalidad, o en su defecto de su cuerpo. Me
da tanta vergüenza que me miren las piernas que por eso no uso
minifaldas. Cuando está en público es inocultable su vergüenza, pero en
privado es el más charlatán del grupo.
Y la vergüenza ajena es
aquella vergüenza que siente un individuo como si fuere propia pero que
en realidad la siente por algo que ha dicho o siente otra persona.
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