Cuento Infantil para niños/as, escrito
por: El Equipo de Cuentos Infantiles Cortos
Eugenia fue a la cabalgata de los Reyes Magos con una emoción
contenida muy grande, después de la carta que los Reyes le habían respondido a
la suya, y que cuando la vieron entre la multitud de tantos niños y padres, le
guiñaron un ojo, la niña estaba muy emocionada, y esa noche le costó conciliar el
sueño.
La niñase
levantó a la mañana siguiente con mucha curiosidad, era un día de muy buenas
emociones y sensaciones, y Eugenia y su hermana no querían perdérselo.
Ambas se despertaron pronto, y cuando se pusieron sus
zapatillas de estar en casa y una bata para no enfriarse, fueron juntas de la
mano hasta llegar al árbol de Navidad.
La imagen que se les quedó en sus retinas permaneció para siempre en las niñas. Debajo de su árbol había una caja enorme con el nombre de Eugenia y su hermana, y al lado había dos pequeñas cajas y un sobre, todo ello para los padres.
La imagen que se les quedó en sus retinas permaneció para siempre en las niñas. Debajo de su árbol había una caja enorme con el nombre de Eugenia y su hermana, y al lado había dos pequeñas cajas y un sobre, todo ello para los padres.
Las niñas fueron enseguida a despertar a sus padres,
querían abrir los regalos todos juntos,
para verse las caras de ilusión y felicidad, y para disfrutar de ese día de
Reyes en familia. Eugenia y su hermana fueron las primeras en abrir su regalo.
- “¿Qué será?, por el tamaño podría ser la casa de muñecas
que pedimos“,- pensó Eugenia.
Efectivamente, era un auténtico palacio para los bebés de
juguete que las dos tenían, con todo tipo de artilugios, bañera, cambiador,
cunita, sábanas de ositos, carrito de paseo… Incluso tenía muchas más cosas de
las que las niñas se habían imaginado.
Estaban radiantes por su regalo, y Eugenia dijo:
- “Papá y mamá, abrid vuestros regalos para que podamos
jugar todos juntos, ¿no?”.
Los padres miraron a su hija mayor con mucho cariño y se
rieron, al tiempo que pensaban:
- “¿Cómo vamos a jugar juntos si seguro que nuestro
regalo no es un juguete?”.
Cual sería la sorpresa de padres e hijas cuando al abrir
las pequeñas cajas, descubrieron un gran tesoro para sus vidas, a su madre le
habían traído un libro de cuentos infantiles
para leer todas las noches antes de irse a dormir todos, y a su padre un libro
con imágenes para colorear, escribir y pegar pegatinas.
Todos estaban muy contentos porque podrían compartir
tiempo de juegos juntos, eran regalos muy prácticos y muy educativos. Al
empezar a recoger los papeles de los regalos, vieron el sobre sin abrir en el
suelo, ¡se habían olvidado de él!.
Los padres se sentaron juntos en el sofá para abrirlo y
ver que ponía, y leyeron:
- “Queridos padres de Eugenia y María:
Tenéis unas hijas que valen su peso en oro como ya
sabréis desde que nacieron. Nuestro regalo es una petición suya. Os quieren
tanto que todo el tiempo que pasa, es poco para estar a vuestro lado.
Os regalamos ese tiempo que nos piden en forma de bono de
24 horas extras al mes, siempre que únicamente lo utilicéis para disfrutarlo, y
para aprovecharlo en positivo. Si no cumplís estas condiciones, Eugenia y María
os lo recordarán para que no se despilfarre sin ser feliz, ¡y deberéis
escucharlas!.
Sin más, nos despedimos, deseamos que paséis un feliz día
de Reyes, y lo más importante, que este regalo dure toda la vida en la mejor
compañía, la de vuestras hijas.
Los Reyes Magos”.
Los Reyes Magos habían cumplido su promesa de llevarles
debajo del árbol de Navidadlo que
habían pedido, y ésto hizo que Eugenia sonriera picaronamente, entre todos se
miraron y empezaron a reírse, era el mejor regalo que nadie podía tener nunca.
Todos los meses el bono se acababa, y la felicidad era la protagonista de las
vidas de esta familia.
Siempre fueron felices, y aprendieron a disfrutar de cada
momento de la mejor manera posible, leyendo, jugando y escribiendo.
FIN
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