La autoobservación, es la atención
orientada hacia nuestro mundo interior. Siendo fundamental para conocer
realmente nuestra manera de ser. Y el medio práctico para lograr nuestra
transformación interior.
Con la autoobservación conoceremos
nuestros “Yoes” (Pensamientos, ideas, emociones, anhelos, esperanzas,
sufrimientos, sensaciones, discursos, mentiras, excusas, pasiones, deseos,
goces, desengaños, etc.) en el mismo instante en que se están produciendo.
La autoobservación requiere
observarse a sí mismo desde el punto de vista de que no somos Uno, sino Muchos.
Que cada deseo, cada pensamiento, acción, pasión, etc., corresponde a un Yo
diferente.
Necesitamos ver en acción, nuestros
distintos “Yo” (pensamientos, emociones, movimientos, instintos, etc.)
descubrirlos en nuestra psiquis, comprender que dentro de cada uno de ellos
existe atrapada un porcentaje de nuestra propia conciencia. Y ver la necesidad
de eliminarlos de nuestro interior.
Para auto-observarse hay que dividirse
en dos: Observador y Observado.
Observador: Nuestra
Conciencia.
Observado: Nuestros 3 centros
interiores: Intelectual, Emocional y Sexual.
Localizados en: (Intelectual =
Cabeza), (Emocional = Corazón) y (Sexual = Sexo).
A su vez el Centro Sexual engloba a
otros dos mas: (El Centro Instintivo y el Motor).
Cualquier actividad o
acción de nuestra vida: En la alcoba, hogar, comedor, trabajo, familia,
deportes, nuestra conducta día a día, etc. Produce una reacción en nuestra
Cabeza, en el Corazón y en el Sexo
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