Hablar
del egoísmo es hablar de un vicio que no puede construir una comunidad
humana, sino al contrario, destruirla. Muchas sociedades se han venido
abajo por el egoísmo de muchos hombres, que no se han dado cuenta de que
el ser humano, al vivir en una comunidad humana, tiene la obligación
moral de ser solidario con estos hermanos con quienes comparte día a día
la existencia en la sociedad.
El
hombre, desde su nacimiento, está obligado a vivir en la sociedad
porque va a formar parte de una comunidad humana, y eso debe hacer que,
por obligación social y moral, abandone unos vicios que perjudican
grandemente en las relaciones con los demás y lo perjudican a uno mismo
porque nos encadenamos espiritualmente, como, por ejemplo, el egoísmo,
muchos en la vida sólo piensan en su bien: los mejores coches, las
mejores casas, todo el dinero, la mejor vida, la mejor formación… ¿y los
demás? Que vivan como puedan, eso es problema de ellos. Todo lo mejor
para mí. Partiendo de esta realidad, nos podríamos plantear una cuestión
muy sencilla: ¿qué pasaría si a uno le dieran todas las cosas de la
vida y le dijeran que viviera solo en este mundo? No creo, en principio,
que alguien pudiera vivir solo en este mundo. Y si es una realidad
irrefutable que el hombre vive con los demás, debemos, en este sentido,
saber que nuestra existencia sin los otros no tiene sentido. Los seres
humanos deben saber que el egoísmo tiene malas consecuencias y trae
consigo: la avaricia, la insatisfacción, el orgullo, la envidia etc.
Muchos,
cuando lo pasan bien, quieren que todo permanezca así hasta su muerte,
sin pensar en aquellas personas que lo pasan no del todo bien, para que
ellas también puedan llevar una vida digna. "Cuanto mejor vivamos
nosotros, es muy poco o nada lo que interesa lo que pase con otros", ese
es el egoísmo del hombre.
Ninguna
sociedad cimentada en el egoísmo puede ser construida sino destruida.
Que los hombres luchen por ser solidarios y no egoístas porque el
egoísmo atrasa, le hace a uno ver la realidad no como es, sino como
quiere que sea. La solidaridad hace que los hombres se sientan hermanos,
que si uno lo pasa bien y vive en buenas condiciones luche para que el
otro también lo esté., que la alegría de mi hermano sea mi alegría y su
dolor mi dolor.
Que
el mensaje quede claro el egoísmo destruye la vida de las personas,
tanto del egoísta como de los que lo rodean, nos convertimos en una
sociedad enferma en nuestro amor propio; la solidaridad construye una
sociedad justa y la justicia trae consigo mucha satisfacción,
tranquilidad, paz y felicidad.
Gracias al Consagrado Padre Guillermo
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