La
vanidad, arrogancia, envanecimiento y deseo de ser admirado por todos
lleva a los seres humanos al egocentrismo (egoístas), crean conductas
centradas en su propio ego colocando a los demás en una posición más
baja.
Este
tipo de persona por lo general busca siempre la manera de estar en
lugares socialmente estratégicos sea adquiriendo poder, dinero o fama, y
así poder sentirse admirada, importante y muy espacial. Esos construyen
un mundo equivocado y vacío.
Sí,
en realidad son seres “vacíos”, viven doble vida, la cual intentan
mostrar a otros y que ocultan tras el manto de la fantasía o ilusión, de
riqueza, hermosura, perfección, elegancia e inteligencia. Estas
personas son emocionalmente secas y necesitan estar rodeadas de gente
para ser alagadas, exaltadas y que sus méritos sean reconocidos por todo
lo alto. A esos los llenan momentáneamente las luces y la multitud,
pero en su soledad se sienten miserables, tristes, solos y temen
encontrarse con su propia realidad.
A
pesar del impacto y el auge de la vanidad como prototipo de existencia
hoy, en todas las aéreas de la vida se ha demostrado una y otra vez que
esta clase de vida irreal no funciona, estos son algunos de los
acontecimientos cotidianos de individuos que basan su vida centrados en
la vanidad.
A)
Divorcios repentinos y sin ninguna explicación clara de parejas
recientemente casadas que habían expresado estar tan felices porque
encontraron al cónyuge perfecto.
B)
Mujeres que pierden la vida en clínicas clandestinas y privadas
intentando tener un cuerpo perfecto y con las medidas exactas.
C) Modelos que mueren de hambre por cuidar y mantener su figura, cayendo en la red de la Bulimia o la anorexia.
D)
Jóvenes que mueren por el uso excesivo de drogas queriendo escapar de
su realidad y vivir bajo el efecto de estas, las cuales les hace olvidar
el vacío y lo insignificante que se sienten ser.
E)
Millones en todo el mundo atentan contra sus vidas y fríamente deciden
quitárselas por no poseer lo que desean o se sienten sin valor para
enfrentar su soledad.Al paso del tiempo muchos seres humanos han perdido su autenticidad, la razón de su existencia y el valor de esta. Definitivamente la vanidad es la hoguera que enciende la llama de la vida loca, desenfocada, vacía y fría.
Cada
persona debe estar dirigida por su realidad, cumpliendo el propósito
perfecto para el cual fue creada, llenar su interior de herramientas
emocionales como son: valores morales, principios espirituales
verdaderos, metas que la conduzca a una dirección específica, estas le
ayudarán a enfrentar con gallardía los conflictos inevitables de la vida
y los momentos trágicos e inexplicables de la existencia.
Sarah Reynoso, Siglo 21.com
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