La
inconsistencia está muy asociada a la falta de claridad de metas
específicas, y a la capacidad de terminar las cosas que se empiezan.
Las
personas inconsistentes no asumen con la debida seriedad sus
compromisos, y suelen fácilmente abandonar a mitad del camino ó recién
comenzadas las actividades que emprenden.
Su fuerza de voluntad es muy escasa, y se dejan llevar con suma facilidad por sus estados de ánimo.
Las
dudas, las vacilaciones, los titubeos, los aplazamientos son
características de su manera de trabajar, y en la mayoría de los casos
echan a perder sus esfuerzos.
Para culminar debidamente un
trabajo es necesario hacer acopio de paciencia, constancia y a la vez
determinación, de los cuales carecen las personas inconsistentes,
quienes rara vez sienten la profunda satisfacción de la labor cumplida a
cabalidad, y terminan perdiéndose en la frustración ó la mediocridad.
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