Probablemente nadie entienda mejor la lealtad
que aquel a quien le han traicionado alguna vez.
Todos esperamos la lealtad de los demás. A
nadie le gusta ser traicionado, o saber que un amigo habló mal de nosotros. Por
supuesto que nos parece terrible cuando, tras muchos años de trabajar en un
empresa, somos despedidos sin pensar en todos los años que le invertimos.
Detectar la lealtad (o deselaltad) en los demás es fácil, pero ¿Cómo estoy
viviendo yo la lealtad? ¿Realmente sé qué es? ¿Qué esperan los demás de
mí?.
La lealtad es un corresponder, una obligación
que se tiene al haber obtenido algo provechoso. Es un compromiso a defender lo
que creemos y en quien creemos. Por eso el concepto de la lealtad se da en temas
como la Patria, el trabajo, la familia o la amistad. Cuando algo o alguien nos
ha dado algo bueno, le debemos mucho más que agradecimiento.
La lealtad es un valor, pues quien es traidor
se queda solo. Debemos ser leales con aquello que nos ha ayudado: un amigo que
nos defendió, un país que nos acoge como patria, una empresa que nos da trabajo.
La lealtad es defender a quien nos ha ayudado, "sacar la cara".
Cuando somos leales, logramos llevar la
amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener
un amigo superficial, o trabajar en un sitio simplemente porque nos pagan. Sin
embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un
amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan,
sino porque tenemos un compromiso más profunda con la empresa en donde
trabajamos, y con la sociedad misma.
La lealtad es una llave que nos permite tener
auténtico éxito cuando nos relacionamos. La lealtad es un valor que no es fácil
de encontrar. Es, por supuesto, más común aquella persona que al saber que puede
obtener algo de nosotros se nos acerque y cuando dejamos de serle útil nos
abandona sin más. Es frecuente saber que alguien frecuenta un grupo contrario
porque le da más beneficios. Y lo que acaba ocurriendo es que nadie confía en
ese tipo de personas.
Podemos ver como actitudes
desleales:
- Las críticas que se hacen de las personas,
haciendo hincapié en sus defectos, lo limitado de sus cualidades o lo mal que
hacen su trabajo.
- Hablar mal de nuestros jefes, maestros o de
las instituciones que representan.
- Divulgar las confidencias que se nos han
hecho.
- Quejarnos del modo de ser de alguien y no
ayudarlo para que se supere.
- Dejar una amistad por razones
injustificadas y de poca trascendencia, como el modo de hablar, vestir o
conducirse en público.
- El poco esfuerzo que se pone al hacer un
trabajo o terminarlo.
- Cobrar más del precio pactado
Como vemos, la Lealtad se relaciona
estrechamente con otro Valores como la Amistad, el Respeto, la Responsabilidad y
la Honestidad entre otras.
No
basta contradecir las actitudes desleales para ser Leal, es necesario detenernos
a considerar algunos puntos:
- En toda relación se adquiere un deber
respecto a las personas. Como la confianza y el respeto que debe haber entre
padres e hijos, la empresa con los empleados, entre los amigos, los alumnos
hacia su escuela…
- Es necesario reconocer los valores que
representan las instituciones o aquellos que promueven las personas con sus
ideas y actitudes. Nunca será buena idea que una persona que se preocupa por
vivir los valores, trabaje en un lugar donde se hacen fraudes o impera la
corrupción.
- Se deben buscar y conocer los valores
permanentes para cualquier situación, de otra forma se es "leal" mientras se
comparten las mismas ideas. La persona que convive en un ambiente de diversión
malsana y excesos, pronto se alejará y comenzará a hablar mal de aquellos que
dejaron de participar de sus actividades.
- La Lealtad no es consecuencia de un
sentimiento afectivo, es el resultado de una deliberación mental para elegir lo
que es correcto. El mentir para encubrir las faltas de un amigo (en la casa, el
trabajo o la escuela) no nos hace leales, sino cómplices.
- Si se coloca como valor fundamental el
alcance de objetivos, se pierde el sentido de cooperación. La persona que
participa de una actividad sólo por el éxito que se tiene, fácilmente abandona
la empresa porque las cosas no salen bien o simplemente deja de obtener los
beneficios a que estaba acostumbrado.
- Lo importante es vivir los valores por lo
que representan, no por las personas que en algún momento dictan una norma. Todo
trabajo se debe hacer bien, no por "quedar bien" con el jefe.
Con todo lo anterior veremos que aún
sin darnos cuenta, las relaciones que hemos sabido mantener se deben en gran
medida a la vivencia del valor de la Lealtad. No basta conocer los valores, es
necesario darlos a conocer y reforzarlos para lograr un cambio de actitud, al
hacerlo, logramos madurar la amistad y fortalecer el afecto.
Muy buen artículo, la lealtd hy ue practicarla em todos los ámbitos de la vida.Gracias por decirlo con tanta claridad
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