A pesar de que la Fidelidad es una actitud natural e inherente a los
humanos, algunos profesionales del comportamiento humano han señalado
la necesidad de que este valor sea inculcado y estimulado desde las
primeras etapas de la infancia, a fin de formar adultos capaces de
profesar Fidelidad en sus relaciones más importantes, tanto las
afectivas como las laborales, asegurando de esta forma un futuro mucho
más serio, sólido, comprometido y feliz.
No obstante, algunos padres y maestros pueden sentirse un poco
desorientados en su tarea de enseñar a los más pequeños el valor de la
Fidelidad, por lo que algunas disciplinas como la Psicología han
diseñado algunos tips que pueden ser útiles, tanto en la casa como en
el aula, a la hora de inculcar este valor en las niñas y niños:
1.- Como siempre que se trata de la enseñanza de actitudes o valores
en los más pequeños, el principal método de aprendizaje se dará a
través del Ejemplo. De esta forma, un niño que se levante viendo cómo
sus padres profesan Fidelidad entre ellos, en el futuro será un esposo
y padre fiel, sabiendo que la unidad de ese vínculo garantiza la
continuidad, solidez y felicidad del núcleo familia, lo que a la larga
beneficia a los más pequeños y a la sociedad.
2.- Igualmente, el niño podrá aprender mediante el Ejemplo de sus
padres cómo profesar fidelidad hacia otros miembros de su familia o de
la sociedad, como amigos o socios. En la medida en que el niño vea
cómo sus padres profesan lealtad y compromiso hacia sus semejantes y
allegados, aprenderá a ser un amigo, familiar y socio honesto,
solidario y en el cual se pueda confiar, lo que se traducirá en un
adulto íntegro.
3.- Así mismo, el niño aprovechará al máximo el poder ver cómo sus
padres fungen como trabajadores fieles a la empresa a la que
pertenecen o al jefe para el que trabajan. De esta manera, el infante
verá los buenos resultados que pueden traer como consecuencia el ser
un empleado responsable y dedicado, tomando esta tipología positiva
como referente en su vida de adulto.
4.- Por su parte, en el aula, los maestros pueden reforzar lo que los
padres han enseñado en casa, a través de historias o cuentos que
hablen de la importancia que constituye en la vida ser fiel hacia los
amigos, los familiares, las ideas o las causas, a fin de que el niño
reflexiones sobre sus afectos y convicciones y los efectos vitales que
implica mantenerse fiel a ellos.
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