lunes, 6 de marzo de 2017
Fabula de la mariposa
“Un hombre encontró un capullo de una mariposa y lo llevó a su casa
para observar a la mariposa cuando saliera del capullo.
Un día notó un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a
observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder
salir. El hombre la vio que forcejeaba duramente para poder pasar su
cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el
que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no
progresaba en su intento. Parecía como que se había atascado.
Entonces el hombre, sintiendo lástima, decidió ayudar a la mariposa y
con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo más
grande, y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo.
Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas
alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier
instante, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para
soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que
estaba.
Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente
podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas
dobladas. Jamás logró volar.
Lo que el hombre, en su bondad y apuro, no entendió fue que la
restricción de la apertura del capullo y el esfuerzo de la mariposa
por salir por el diminuto agujero, eran parte natural del proceso que
forzaba fluídos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que
alcanzacen el tamaño y fortaleza requeridos para volar.
Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privado su
desarrollo normal.
Moraleja: Si se nos permitiese progresar en todo sin obstáculos, nos
convertiríamos en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes
como podríamos haberlo sido através del esfuerzo y la constancia.
Cuantas veces hemos querido tomar el camino fácil para salir de
dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para
encontrarnos al final un resultado insatisfactorio, y a veces
desastroso.
¡Sí, luchemos y esforcémonos por alcanzar metas!
Cuento Indú de la Vasija Agrietada.
Fuente: Publicado Directivos de España | Linkedin por José Manuel
Santiago Merino.
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