Por Reynaldo García Blanco
Tengo
una amiga que tiene dos hijas. La menor cursa el sexto grado y quiere
ser Maestra. La mayor está en primer año de Pre y quiere ser Médico. Me
cuenta esta amiga que suele decirle a sus hijas que a lo mejor en un
futuro cambian de idea y escogen otra profesión pero que lo más
importante de todo es … graduare de Buena persona.// Y me ha gustado
eso. Graduarse de Buena persona, de buen ser humano, de persona honesta,
civilizada y altruista.// Cuánta gente no nos encontramos en la vida
diaria que son licenciados, tienen uno o dos másteres y a veces hasta un
doctorado en cualquier rama del saber… pero miren que contrariedad… no
se han graduado de Buenas personas. // A veces, en tertulias y
conversaciones de amigos me gusta recordar aquello que dijo Eduardo
Galeano: … ¿Qué
tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la
infamia, para adivinar otro mundo posible: el aire estará limpio de
todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas
pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los
perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada
por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada
por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante
de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente
trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar… Se trata no
más de tener derecho al delirio y soñar dígase en grande o en pequeño
pues finalmente la riqueza espiritual no se puede medir y mucho menos
comprar.// No imagino un mundo en que se pueda llegar al mercado y pedir
tres kilogramos de alegría, cinco metros de libros, dos pedazos de
ternura. Aunque no falta el que cree que la verdadera felicidad está en
tener muchos kilogramos de objetos, muchos metros de algo o pedazos de
cosas que no van a durar la eternidad.// Tuve un regocijo interior al
levantarme el jueves pasado y ver una ciudad inundada de un amarillo
inusitado. Niños, muchachas, ancianos, bicicletas, taxis y árboles. Se
comenzaba a mover una mística que nació de una canción, un poema, un
reclamo. Un breve gesto de lo que en realidad podemos llamar Buena
persona.// Vuelvo a Eduardo Galeano cuando dice: …se
incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen
quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás,
como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber
que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se niegan a
cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los
economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán
calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a
las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no
creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no
creerán que a los pobres les encanta comer promesas… Es el derecho
al delirio, a la dulce locura de dos o simplemente la locura de amar al
prójimo como a uno mismo.// Debemos tener derecho a la quimera aunque
alguien nos repite al oído que el futuro dura mucho tiempo.
Podemos
pensar en convertirnos en buenos maestros, excelentes jardineros,
grandes profesores universitarios, cocineros de alta cocina, pero si en
esa universidad de la vida que es nuestro andar por el mundo no nos
graduamos de buenas personas seremos malos jardineros, torpes profesores
o cocineros de muy mala calidad.
A mi me gustaría graduarme de Buena persona. ¿Y usted?
No hay comentarios:
Publicar un comentario