Si
eres bondadoso, sirve. La vida es servicio. Observa el Universo, toda
su grandiosidad, su magnificencia entregada a servir, sin condiciones,
sin recompensas, sin discriminaciones.
Servir
es la conjunción de la fraternidad cósmica: los astros, el planeta, los
elementos las múltiples formas de vida, todo el universo, en pleno,
sirviéndose mutuamente en cumplimiento de su misión de vida.
Servir
es dar y recibir. Es la energía universal circulando entre las ondas
del tiempo y del espacio, penetrando en la vida de los seres.
Servicio
es todo lo creado. Observa tu cuerpo: cada órgano de él y, todo el
conjunto de tu integridad, sirviéndote con alegría, con total
desinterés, con entrega absoluta. Así te sirven tus ojos para ver, tus
oídos para oír, tus manos para servirte y servir a otros, tu voz para
hablar, te sirven tus pies que te llevan y traen, tu corazón para amar…
Corresponde
tú a tanto recibir y sirve con entusiasmo, con amor, con entrega, con
desinterés cuando alguien te pida ayuda o cuando veas que alguien te
necesita.
¿Has
agradecido a tus semejantes sus servicios? Cada día una multitud de
seres sirviéndote: Humanos, plantas, animales, minerales…
¡ Cuanta energía de vida hay en ese servicio coordinado y mutuo, pues sirve tú, pero sirve con alegría!
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