Cuando
la tristeza te invada, ¡sonríe! Si el sonreír no basta, ¡silba! Si el
silbar falla, ¡canta! Busca dentro de ti los muchos motivos que tienes
para ser feliz y estar agradecido, la tristeza se irá desvaneciendo como
la nieve ante la caricia cálida del sol. Si estás triste, no le des más
cuerda al abatimiento, levanta tu ánimo! Actúa como una persona feliz, y
esta emoción se irá convirtiendo en una actitud permanente.
Ten
presente que quien posee la actitud de la serenidad puede disfrutar de
la vida aún en medio de las dificultades. Recuerda el sabio proverbio:
Enfréntate con calma a la peor emergencia. Si no quieres que te abrumen
los conflictos, reconoce que la serenidad es la manera más propicia para
manejar los problemas y hallarles solución. Asume HOY una actitud
serena, e intenta conservarla como parte de tu manera de ser,
enriquecerás tu vida.
O
cuando estés angustiado y sientas que pasas por una grave crisis,
aprovecha la situación de desequilibrio que te aqueja para detenerte y
tomar conciencia de que tu crisis tiene dos salidas: una, para dejarte
arrastrar por el desánimo y hundirte en la postración; y otra, para
tomar la serena decisión de aprender de las circunstancias que te han
llevado a la crisis, activando tus potencialidades para aprender,
superarte y seguir adelante.
Gracias Yoanis Fernández
Radio Chaparra.
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