Generosidad es: dar sin esperar
nada a cambio; entregar la vida; volcarse a los demás; ayudar a los que nos
necesitan; dar consuelo a los que sufren. Para nada resulta un valor pasado de
moda, la generosidad es la puerta de la amistad, el cimiento del amor, la
estrella de la sociedad.
Sonriendo a los demás siempre. Ofreciendo nuestra ayuda. Poniéndonos en los zapatos del otro.
Teniendo un pequeño detalle con nuestra familia: dejar que los demás elijan algo qué hacer… ir al cine, a una comida en el campo, o dejar que los demás escojan la película que se va a ver este fin de semana.
Ahora
prestemos atención un momento, no hay que ser tacaños ni comodones con la
generosidad. Hay mucha gente que podría consolarse con nuestra ayuda si hacemos
un esfuerzo superior. ¿Cada cuánto tiempo vamos a visitar enfermos a un
hospital? ¿Por qué no visitar a enfermos terminales? Sí, es duro, sí a veces es
deprimente, y por supuesto que es más divertido salir a pasear que ir a un
hospital público a ver gente que muy pronto se va a morir.
¡Pues precisamente
como nadie lo hace, es el momento de que alguien lo haga! Nadie nos va a dar un
aplauso, o una medalla por hacerlo, pero vamos a volcarnos hacia los demás, el
brillo no importa, lo que importa es que a pesar de nuestros defectos y
miserias, podemos hacer una diferencia en la vida de alguien.
MANERA PERSONAL DE VIVIR
LA GENEROCIDAD
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1 |
Me esfuerzo
por reconocer las necesidades reales de los demás. (Se trata de hacer algo para otro cuando coincide con una necesidad real suya. Si no es asi, podemos terminar satisfaciendo caprichos o entregando lo que nos sobra). |
2 |
Reconozco mis propios talentos
(capacidades, cualidades, conocimientos) y los pongo al servicio de los
demás.
(A veces
tenemos capacidades o cualidades «escondidas» que nunca hemos aprovechado
por no hacer un esfuerzo, por pereza, o por timidez, por
ejemplo).
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3 |
Reconozco lo que valen mis
propias posesiones, mi tiempo, mi esfuerzo, etc.
(Hay muchas
cosas que son nuestras y no las apreciamos debidamente. No les damos
importancia porque nos hemos acostumbrado a ellas. Por ejemplo, nuestro
hogar, o el dinero o nuestra fe. Otras personas carecen de
ellas)
|
4 |
Realizo acciones buscando el auténtico
bien de los demás con bastante frecuencia.
(A veces uno se
siente generoso por haber hecho un esfuerzo especial en algún momento
concreto. Sin embargo, la generosidad requiere que haya continuidad en las
acciones, que se vayan repitiendo, que sean
frecuentes).
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5 |
Realizo las acciones siguientes con
bastante frecuencia: prestar posesiones propias, regalar posesiones, estar
disponible, escuchar a los demás, exigir a los demás
razonablemente.
(Cada persona
suele encontrar que le cuesta menos actuar a favor de los demás de unas
maneras determinadas. En cambio le cuestan mucho más otros tipos de
acción. Por ejemplo, a una persona no le cuesta dar dinero a una causa
justa y, sin embargo, no está dispuesta a sacrificar el tiempo que dedica
a alguna afición personal).
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6 |
Permito a los demás realizar acciones en mi
favor.
(Si somos
autosuficientes o sencillamente impacientes es posible que no dejemos a
los demás hacer cosas en nuestro favor y, con ello, les quitamos la
posibilidad de ser generosos con nosotros).
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7 |
Perdono.
(Es quizá la
manera más difícil de ser generoso). |
8 |
Hago esfuerzos para superar el
cansancio, la enfermedad, la pereza con el fin de atender a los
demás.
(Hay personas
que están dispuestas a actuar en favor de los demás únicamente con tal de
que hayan dormido bien, que se sientan descansadas y de buen humor. No
viene mal pensar en qué momentos del día, o en qué circunstancias, uno
tiende a ser más o menos generoso).
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Fuente Consultada: La Educación de Virtudes Humanas y su Evaluación David Isaacs |
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