El sendero era áspero y resbaladizo.
Uno de mis pies resbaló golpeando al otro y sacándolo del camino,
pero me recuperé y me dije: “es un resbalón, no una caída”
ABRAHAN LINCOLN
Las dificultades de la vida son muy parecidas para todos. Todos los
que están con otro ser en cualquier
contexto social, tienen las mismas dificultades: Los desacuerdos, los
conflictos, las componendas,
son parte de lo que significa ser un humano. Igualmente, el dinero, la
vejez, las enfermedades, la muerte, los
desastres naturales y los accidentes, son acontecimientos que
presentan problemas a todas las personas, pero mientras algunos,
logran evitar el desaliento que inmoviliza y la infelicidad, al
enfrentarse con estos hechos, hay otros que se desploman, quedan
inertes y sufren un schok nervioso.
Los seres que reconocen los problemas como algo que es parte de la
condición humana y no miden la felicidad por la ausencia de
problemas, esos son las personas más inteligentes que conocemos,
también las más raras y difíciles de encontrar.
El famosos escritor Deepak Chopra, en su libro Las 7 leyes
espirituales del éxito, al hacer referencia a la segunda, la Ley del
Dar, dice; “Si quieres felicidad, dales felicidad a otros, si quieres
que te valoren y te aprecien, valora y aprecia a los que te rodean,
porque como dice un viejo proverbio hindú; ayudando a mi hermano a
cruzar el río, llegué con él a la otra orilla.”
La vida siempre devuelve a la medida de lo que se da, por ello
enfrentar las dificultades con acciones y pensamientos positivos nos
hará mejor de lo que somos, ya que enriquecernos espiritualmente nos
proporcionará convertirnos en seres de mayor valía.
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