El verano es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas. Es
la más cálida de ellas. Ocurre entre la primavera y el otoño. El
verano se caracteriza porque los días son más largos y las noches más
cortas. Astronómicamente, el solsticio de verano (alrededor del 21 de
diciembre el austral y el 21 de junio el boreal) marca el comienzo de
esta estación, y el equinoccio de otoño (alrededor del 21 de marzo el
austral y el 22-23 de septiembre el boreal)1 marca el término de esta
estación y el comienzo del invierno.
En diversas culturas, las estaciones comienzan en diferentes fechas,
basadas en fenómenos astronómicos o meteorológicos. Sin embargo,
cuando el verano ocurre en el hemisferio sur es invierno en el
hemisferio norte. Según se observe, el verano puede ser boreal, cuando
ocurre en el hemisferio norte, o austral, cuando ocurre en el
hemisferio sur.
Sin embargo, a veces, el verano se define como la totalidad de los
meses de diciembre, enero y febrero en el hemisferio sur y como la
totalidad de los meses de junio, julio y agosto en el hemisferio
norte. En la zona intertropical a veces se emplea el término "verano"
para referirse a la estación seca, e "invierno" para la estación
lluviosa.
Iconología
En el número de las cuatro diosas de las estaciones existentes en la
villa de Albaoi, el Estío (sinónimo de verano) está representado
corriendo con una antorcha encendida en cada mano. En un sepulcro
fuera de Roma, donde en estuco estaban representadas las Cuatro
Estaciones, en una mano el Estío tenía una hoja de trébol.
Entre las pinturas de Herculano (Italia) hay una figura vestida de
amarillo con una azada de muchas puntas. Sobre la urna cineraria que
representa las bodas de Tetis y Peleo, al verano se le representa más
gallardamente vestido (provisto de una corona) que al invierno y al
otoño. Se le designaba también por la caza del león. Se le pintaba
igualmente con una túnica amarilla, con un manto azul celeste, color
que indica la constante serenidad del cielo durante esta estación,
sobre todo en los países cálidos. El amarillo indica la madurez de las
mieses.Los modernos la simbolizan por una joven vestida de amarillo
coronada de espigas y portando una antorcha encendida. Otros
representan al verano casi desnudo, coronado de espigas, sosteniendo
en una mano el cuerno de la abundancia, rebosante de toda especie de
granos y frutas, y en la otra una hoz,
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