sábado, 8 de junio de 2013

ARQUITECTO DE MI PROPIO DESTINO

“Créeme, no es de sabio decir:
“Viviré”. Mañana es ya demasiado tarde:
vive hoy” (Marcial)
 
Hoy es el día en el que tienes que darte el mejor homenaje a ti mismo y dar lo mejor de ti a tus semejantes.
 
Hoy es el día en el que tienes que tratarte a ti mismo con afecto y comprensión y expresar tus sentimientos de admiración, cariño y ternura para con tus seres queridos.
 
Hoy es el día en el que tienes que ser más comprensivo y saber perdonar a quienes te hicieron daño. Verán que tú eres invulnerable a sus ofensas y aprenderán a no hacerse daño a sí mismos con el mal que pretenden causarte.
 
Hoy es el día en el que no puedes perder la oportunidad de mostrarte con todos cercano, servicial, alegre, divertido, optimista y con sentido del humor. Tienes que contagiar a todos tu positivismo y tu alegría.
 
Hoy es el día en el que debes prescindir de lo que te sobra porque puede servirle a un semejante necesitado: cosas que son nuevas y valiosas, pero ni las utilizas ni las utilizarás y guardas en tus armarios y trasteros; trajes, vestidos, muebles, objetos de valor que ni siquiera miras y que serían un estupendo regalo para tantas personas necesitadas. Todas estas cosas están impregnadas de ti. ¿Se te ocurre un fin mejor que darlas y proporcionar alegría y felicidad de manera tan sencilla y sin ningún coste para ti?
 
Hoy es el día en el que debes atender a tus compañeros y amigos que sufren o tienen carencias que tú puedes llenar con tus cuidados, tus recursos, tus consejos o tu tiempo.
 
Hoy es el día que no perderás y sabrás aprovechar para ser “persona medicina” y provocar una catarata de sonrisas y de carcajadas en esa persona casi desconocida para ti, pero que está sola, preocupada y triste y no tiene a nadie que le alegre la vida.
 
Hoy es el día en el que con tu actitud, tu incontenible gozo interior y la paz que respiras, harás que las personas más cercanas te digan: “Tienes mucha luz en tu rostro, se te nota la felicidad a flor de piel”.
 
“Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas… Cuando planté rosales, coseché siempre rosas…” (Amado Nervo)
 
Del Libro Optimismo Vital del sicólogo,pedagogo y escritor espannol
\Bernabé Tierno
 

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