El
optimismo es uno de los tópicos que mayor interés ha despertado entre los
investigadores de la psicología positiva. Puede definirse como una
característica disposicional de personalidad que media entre los acontecimientos
externos y la interpretación personal de los mismos. Es la
tendencia a esperar que el fuuturo depare resultados favorables.
El
optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo
y perseverancia , descubriendo lo positivo que tienen las personas y las
circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la
ayuda que podemos recibir. La
principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el
pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en
descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y
desánimo.El
optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y
posibilidades.
En
general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a
ser más perseverantes y existosos e, incluso, a tener mejor estado de salud
física.De
hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es que
aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos
tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la
creencia en la propia capacidad de alcanzar metas) tienden a salir fortalecidos
y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresante.
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