El reconocimiento sincero de nuestros puntos fuertes y
de nuestras debilidades, la visión clara de los puntos que debemos fortalecer y
la capacidad de aprender de la experiencia.
Conocer nuestros recursos, nuestras capacidades y
nuestras limitaciones internas
Las personas dotadas de esta competencia:
- Son conscientes de sus puntos fuertes y de sus debilidades
- Reflexionan y son capaces de aprender de la experiencia
- Son sensibles al aprendizaje sincero de la experiencia, a los nuevos puntos de vista, a la formación continua y a desarrollo de sí mismo.
- Cuentan con un sentido del humor que les ayuda a tomar distancia de sí mismos.
Puntos
ciegos
El primer paso necesario para aumentar nuestra eficacia consiste
en identificar una necesidad que debamos mejorar aunque esta conciencia pueda
ser sumamente difícil de alcanzar.
Los ejecutivos fracasados parecen mostrarse muy poco dispuestos a
reconocer sus propios errores y desdeñan a las personas que osan señalárselos.
Su resistencia es
un claro ejemplo, de que no pueden hacer nada por cambiar las cosas.
Una de las informaciones más difíciles de conseguir dentro del
mundo empresarial es un "re-aprendizaje" constructivo y sincero de lo que
estamos haciendo, especialmente de nuestros errores. Pasamos mucho más tiempo
criticando los errores de las personas que haciéndoselos ver abierta y
sinceramente... Parece como si existiera una especie de pacto fáustico, una
confabulación que nos lleva a actuar como si todo estuviera bien, cuando en
realidad no lo está.
Siempre que alguien se comporta así en una situación determinada
expresa los signos
inequívocos de la existencia de un "punto ciego".
A continuación enumeramos algunos de los puntos ciegos más comunes
y costosos, determinados a partir de un estudio realizado por Robert E.
Kaplan:
- Ambición ciega: compite en lugar de cooperar, jactancioso
- Objetivos poco realistas
- Esfuerzo desmedido
- Intromisión
- Sed de poder
- Necesidad insaciable de reconocimientos
- Preocupación por las apariencias
- Necesidad de parecer perfecto
La función de estos puntos ciegos no es otra que la de impedir que
la gente llegue a conocerse así mismos, puesto que tal cosa les obligaría a
admitir algo, sus propios errores, que no están dispuestos a reconocer.
Esto te hace que seas refractario a cualquier aprendizaje de la
experiencia.
Todos estos puntos ciegos son
hábitos aprendidos y, en consecuencia, si tenemos alguna carencia en uno o en
otro sentido, siempre podemos aprender a hacer mejor las cosas.
Los trabajadores estrella
buscan deliberadamente el feedback y desean conocer la opinión que los demás
tienen de ellos porque saben que se trata de una información sumamente valiosa.
También las personas que se conocen muy bien a sí mismas son buenos trabajadores
ya que su autoconciencia les permite corregir continuamente sus fallos.
La conciencia de uno mismo es un instrumento valiosísimo para el
cambio, especialmente si nuestra necesidad de cambio se halla en consonancia con
nuestras propias metas personales, con nuestra misión y con nuestros valores fundamentales, entre
los que se encuentra el hecho de que intentar mejorar es algo
positivo.
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