Nosotros
mismos debemos escucharnos y para ello dedicar un poco de nuestro
tiempo a nuestro valor del autoestima; para hacernos ver una serie de
pasos que tienen función como justicia interior:
* Reconocer nuestras cualidades: Pensar en todo aquello que nos sube, que nos hace ver lo que realmente sabemos hacer.
* Cuidarse así mismo: Aprender a ser independiente y vivir sin tener que depender de nada ni nadie.
*
Aceptarte tal y como eres: Conocernos a nosotros, actuar y comportarnos
como creemos y debemos, siempre que no dañemos a los demás.
* Mantenernos en movimiento: Sentir que seguimos viviendo buscando nuestra vitalidad.
*
Aceptar los sentimientos: Intentar mantener un equilibrio entre todos
los sentimientos que se nos vayan acumulando y produciendo, ya que la
vida se ha inventado para disfrutarla.
*
Superar la vergüenza: Este como sentimiento nos puede hacer frenar
mucho en nuestro camino y para ello debemos apartarlo poco a poco
superándolo y superándonos para dejar correr nuestro autoestima.
*
Pensar en el mundo de colores: No nos hace ningún bien pensar solamente
en dos colores, el blanco y el negro. Debemos ver más allá y valorar
todos aquellos colores que se nos van presentando ya que son infinitos.
* Alimentar nuestra salud física y psíquica: Debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente por igual.
* Abandonar nuestra ira: En ocasiones podemos llegar a sentirla y así pausar y dañar nuestro valor del autoestima. Pero más que no llegar a sentirla o llegar a controlarla, sería a aprender a no sentirla.
Y
así podríamos ir numerando muchos pasos para subir nuestro nivel de
autoestima, dependiendo de nuestro carácter, situación, momento o
circunstancia.
Por
último paso podríamos encajar la autoestima con la risa. Esta última es
una expresión externa de diversión para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Esta podría ser uno de los mejores ejercicios y puntos de fuerza que
tenemos para utilizarlo y vaya actuando conjuntamente con el valor del
autoestima.
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