Incursionando
en el anchuroso e iluminado mundo de los libros, se descubre que no
existe una afición mas interesante, ilustrativa y grata que la costumbre
que se adquiere por la lectura.
Lo
cierto es que es fascinante poder contar con la compañía de un buen
libro, al que, sin duda alguna, puede considerársele como un amigo
constante, fiel y de paciencia ilimitada. Nos es dado ver cómo éste
permanece en espera tranquila para que sus páginas sean motivo de la
atención de su dueño o poseedor, quien suele hallar en el libro, el
mejor y más apropiado medio de comprender la propia vida y de llegar a
lo hondo de la razón del ser que anida en la condición humana. El libro
se nos presenta
Como
un ventanal abierto a los caminos recorridos por la civilización, en su
continuo y accidentado evolucionar, desde allá de la lejanía de su
nacer rudimentario.
Así
siempre nos parecerá de asombro el maravilloso universo de los libros.
Su cúmulo de conocimientos, de vivencias humanas y de lo mucho que la
humanidad ha forjado durante milenios, forma cientos de historias que
sus páginas guardan con sentido de eternidad y como legado del presente a
las generaciones futuras.
Fragmento del artículo El libro, ventana al mundo.
Publicado en la revista Manizales No. 718
De Ernesto Bustamante Uribe
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