La mayoría de nosotros vivimos en busca de algo, no sabemos lo que es,
pero estamos seguros que aún no lo hemos encontrado. Cuenta una
antigua leyenda hindú que los Dioses se reunieron en consejo para
determinar donde se debía esconder la divinidad del genero humano. Uno
de los dioses dijo, en el fondo del mar para que tenga que arriesgarse
a encontrarla. Pero a los demás no les pareció bien dicha opinión.
Otro de sus dioses dijo, vamos a esconderlo en lo alto de las nubes
para que se vea obligado a elevar sus ojos al cielo y así la pueda
encontrar. Pero tampoco los dioses estuvieron de acuerdo con esa
sugerencia. Entonces otro dijo seria mejor esconderla en lo alto de la
montaña mas elevada de la sierra, para que piense bastante donde pueda
estar. Pero los dioses no lograron sentirse complacidos con esa idea.
Fue en ese momento que a uno de ellos se le ocurrió una idea
brillante: Ya se, vamos a esconder la divinidad del hombre dentro de
sí mismo para que solo buscando dentro de sí mismo la pueda encontrar.
Y todos los dioses estuvieron de acuerdo en que ese era el lugar mas
apropiado.
Precisamente ese es el último lugar donde se le ocurriría a una
persona buscar su potencial creativo. A pesar de que tenemos un tesoro
tan cerca, siempre estamos buscando afuera de nosotros para encontrar
la felicidad. Jesús decía,: El reino de los cielos está dentro de
vosotros. Pensamos que en algún momento algo o alguien nos va a traer
la felicidad. Pero a pocos se les ocurre pensar que la verdadera
realización personal es algo que brota de adentro hacia afuera.
ANÓNIMO
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