jueves, 12 de diciembre de 2013

SELECCIÓN Y NOTAS REYNALDO GARCÍA BLANCO

LA BALADA DEL AMOR TARDÍO

     
Amor que llegas tarde,
      tráeme al menos la paz:
      Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
      camino llegas a mi soledad?

      Amor que me has buscado sin buscarte,
      no sé qué vale más:
      la palabra que vas a decirme
      o la que yo no digo ya...

      Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
      Tengo la muerte blanca y la verdad
      lejana... -No me des tus rosas frescas;
      soy grave para rosas. Dame el mar...

      Amor que llegas tarde, no me viste
      ayer cuando cantaba en el trigal...
      Amor de mi silencio y mi cansancio,
      hoy no me hagas llorar.
 
Dulce María Loynaz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 - 27 de abril de 1997) Ajena  a grupos, revistas y cenáculos literarios, Dulce María Loynaz es, por sus carácterísticas, un caso único dentro de la literatura cubana del siglo XX. Aunque pertenece a la generación de poetas que comenzó a producir su obra en la década de los años veinte del pasado siglo, y generalmente es calificada como máxima exponente del intimismo posmodernista, estudiosos de las letras cubanas reconocen en la escritora una nota distinta del conjunto de figuras literarias más significativas de su época.
 

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