LA BALADA DEL AMOR TARDÍO
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?
Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...
Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... -No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... -No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...
Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.
Dulce María Loynaz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 - 27 de abril de 1997) Ajena
a grupos, revistas y cenáculos literarios, Dulce María Loynaz es, por
sus carácterísticas, un caso único dentro de la literatura cubana del
siglo XX. Aunque pertenece a la generación de poetas que comenzó a
producir su obra en la década de los años veinte del pasado siglo, y
generalmente es calificada como máxima exponente del intimismo
posmodernista, estudiosos de las letras cubanas reconocen en la
escritora una nota distinta del conjunto de figuras literarias más
significativas de su época.
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