lunes, 18 de mayo de 2015

Modestia

Se entiende por modestia a aquella actitud que las personas pueden desarrollar a lo largo de su vida y que supone una actitud equilibrada y humilde frente a diferentes situaciones o circunstancias. La modestia puede ser entendida desde un punto de vista general como también desde un punto de vista religioso, en el cual es comprendida meramente como una virtud que todos los seres humanos deben poder desarrollar. Podemos decir que, si bien la religión estimula al ser humano a ser más modesto y solidario, la sociedad actual en la que vivimos contribuye a que la modestia sea cada vez más un valor en desaparición debido a la importancia de actitudes tales como el individualismo, el egocentrismo, la búsqueda del placer inmediato, etc.

La modestia puede ser descripta como la actitud que una persona posee y que es parte de su carácter, que tiende a buscar un equilibrio en las acciones o reacciones que genera en diversas situaciones. La modestia puede ser entendida, entonces, como una falta de exageración en el modo en que la persona actúa (por ejemplo, siendo centrado, simple y austero), pero también como una reacción humilde ante ciertos comentarios o ideas (por ejemplo, al recibir un halago).

Muchas veces la modestia se relaciona con la timidez e incluso ambas cualidades suelen darse en la misma persona porque están relacionadas. Sin embargo, la modestia entendida como equilibrio y simpleza puede existir en personas que no tienen problemas de timidez. En algunos casos, la modestia puede llegar a ser entendida como un problema cuando la misma impide que la persona desarrolle una plena confianza en sí misma y reniegue de las posibilidades de logro o éxito que le son aplicadas por los demás.

Tal como se dijo al principio, podemos decir que la modestia es pocas veces una actitud común en los individuos de la sociedad occidental debido a que la misma se mueve de manera creciente a partir de valores tales como el éxito personal, el individualismo, el placer inmediato, la falta de compromiso, etc. Todo esto hace que personas modestas se destaquen pero siempre como algo raro.

EL VALOR DE LA MODESTIA

La persona modesta no demanda atención extra para sí misma. No le interesan los alagos y le gusta permanecer en un segundo plano. Refleja paz en su interior y no necesita exponer todo sobre su persona. Disfruta los éxitos de los demás y promueve la participación y el liderazgo de los demás. No hace ningún esfuerzo por figurear, dirigir o recibir aplausos. Todo lo hace porque está convencido que es lo que más conviene a los demás y por lo tanto nunca piensa en su persona o en retribución personal.
La modestia es la actitud tendente a moderar y templar las acciones externas. Es la  cualidad de humilde, de falta de vanidad o de engreimiento. La persona modesta tiene la facilidad de encajar bien con las demás personas. A la gente le molesta la vanidad y la pedantería. Actuar con modestia no significa dejarse humillar, maltratar o dejar de luchar por sus derechos. Ser modesto es ser humilde y las personas más grandes del mundo son aquellas que actúan con mayor humildad. El mejor ejemplo de humildad lo encontramos en la vida de Jesús.
La modestia es una gran virtud, pues hace que la persona reste a sus propias virtudes y logros y reconozca sus defectos y errores. La modestia es una gran virtud, pues este solo valor refuerza tus principios, tu confianza en ti mismo, evitando tener que estar pagando payola para sentirte grande. La persona modesta sabe lo que es y como está tan seguro de si, permite que otros se destaquen en vez de monopolizar los espacios en su favor.
Los principios generales de la modestia promueven evitar la excesiva atención hacia uno mismo, evitando actuar con mayor egoísmo. Pero también la persona modesta sabe que cuando actúa con mayor modestia, tiene mayores oportunidades de ser admitido por el grupo social. Cuando la gente percibe tu humildad, tu poco interés en tomar partida, te abre las puertas, te sugiere y te apoya. El arma más efectiva para caerle bien a los demás es practicando el valor de la modestia. 
Actuar con modestia en la mejor forma de ser atractivos a los demás. El prógimo se siente apoyado, te brinda confianza, comparte en camaradería con una persona modesta, mas se siente presionado y molesto con las personas egoístas, prepotentes y pedantes. Los modestos no hacen bultos. No le gusta cogerse el escenario para ellos. Le dan paso a los demás. Favorecen que otros se destaquen. No buscan triunfos pomposos. Prefieren el anonimato, el segundo plano para que otros sobresalgan y triunfen, se sientan bien, pues ellos tienen todo lo que desean, no necesitan nada de otros.

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