sábado, 28 de febrero de 2015

Una pregunta es un buen punto de partida que te ayuda a encontrar respuestas que impulsen cambios positivos en tu existencia

Tú eres el dueño de tu felicidad, es decir, no debes delegar tu bienestar emocional en manos de nadie más. Desde el punto de vista filosófico, una pregunta es un buen punto de partida que invita a la reflexión que te ayude a encontrar respuestas que impulsen cambios positivos en tu existencia. Aquí te hacemos 10 preguntas que pueden ayudarte a reflexionar:

1. ¿Dónde te gustaría estar exactamente dentro de un año?

Aunque es importante vivir el presente, la realidad es que el futuro también es un horizonte de esperanza. En ese caso, piensa que el punto en el que estés mañana depende en parte del punto en el que estás hoy. Por tanto, elabora un plan de acción para llegar donde quieres estar.

2. ¿Qué puedes hacer tú desde este mismo instante para ser más feliz y vivir mejor?

Esta pregunta te impulsa a centrar tu atención en aquello que depende de tu voluntad.

3. ¿Qué 3 objetivos quieres marcarte para cumplir en un plazo de 3 meses?

4. ¿Cuál es tu orden de prioridades de acuerdo a una vida feliz y cómo puedes ajustar tu situación presente a ese orden de prioridades con el objetivo de ser fiel a tus valores?

5. ¿Cuánto tiempo dedicas a hablar sobre tus alegrías?

Sin duda, es muy importante centrar la atención en lo positivo.

6. ¿Qué consejos de felicidad le darías tú a tú mejor amigo?

Puedes aplicar esos consejos a tu propia vida que además, tendrán un valor añadido por ser personales.

7. ¿Qué es lo que de verdad te hace sentir feliz?

8. ¿Estás haciendo aquello que te hace feliz?

9. ¿Qué es lo más importante para ti al día de hoy?

10. ¿En qué grado te implicas en tu destino tomando decisiones que conecten con aquello que de verdad deseas?

martes, 24 de febrero de 2015

EPILOGO SOBRE LA SOMBRA

Querida sombra, te permito que te manifiestes; tu liberación es mi futura Sabiduría; tu expresión me permite realizar mi plenitud.
Sal del anonimato, para que pueda conocerme.
Sal del anonimato, para que pueda saber cuál es mi potencial.
Sal del anonimato, para que pueda conocer mi capacidad de expresión.
Sal del anonimato, para que mi creatividad se exprese al máximo nivel.
Conocerte, me permite liberarme del bien y del mal.
Liberarte, me permite encontrar las puertas del conocimiento y mi divinidad.
Trabajar contigo, me permite encontrar la vida auténtica; me permite liberarme de las ataduras basadas en las opiniones de los demás, en sus críticas, en sus proyecciones, en sus manipulaciones.
Ahora se que todo lo que me rodea forma parte de mi. Ahora se que lo que me rodea es el espejo en el cual puedo verme a mi mismo y ver todos los aspectos que no podía ver.
Gracias por permitirme reírme de la vida, porque el humor y la risa son una puerta para poder expresarme.
El humor es la conexión con la relatividad de las cosas. No tomarme demasiado en serio me permite liberarme. Así sale a relucir aquella parte escondida y entonces puedo reírme con ella.
Gracias sombra, porque escondes el oro del cual yo no era consciente. Hacerte brillar me permite brillar y cuando brillo, todo lo que me rodea brilla, porque mi percepción queda sanada y me permite vivir otra realidad: reflejo de la realidad que pueden vivir los demás.
Si puedo elegir lo que hago en el mundo, entonces puedo elegir Asumir Mi Responsabilidad por todo lo que Creo en él.
Enric Corbera. El Observador de Bioneuroemoción

sábado, 21 de febrero de 2015

La altivez, un mal que tiene remedio

Lo peor que tiene una persona con actitud soberbia es que difícilmente la detecte o la reconozca.
Sin embargo el alfarero hará su trabajo, y siempre que vea algo que no encuadra en su molde, lo quitará y desmenuzará.
Muchas veces somos quebrantados por las circunstancias de la vida para que podamos extirpar de nuestra alma ciertos estorbos que impiden el fluir de lo mejor de nosotros.
La soberbia y las actitudes arrogantes son el mayor de los estorbos que podamos tener.
Algunos de los síntomas de la altivez son la envidia, los celos, la crítica, la mirada de menosprecio y el sentirnos superiores y mejores personas que los demás.
Practiquemos la humildad, cerremos el paso a las manifestaciones de antivalores humanos para que nuestras vidas sean más valiosas, más reconocidas y podamos siempre tener la conciencia limpia erradicando todos los males que nos pueden agredir.

viernes, 20 de febrero de 2015

NUNCA TE DETENGAS




Por: Madre Teresa de Calcutahttp://www.laz.com.mx/grc/joya.nsf/d5fbd199483c107f06256ab2007f48a3/14c1bdf85d9b643086256d6700553e69/Body/0.82?OpenElement&FieldElemFormat=jpg
Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se volverá blanco, los días se convertirán en años...

Pero lo importante no cambiará, tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada, habrá una de partida.

Detrás de cada logro, habrá otro desafío.

Mientras estés viva, siéntete viva.

Si extrañas lo que hacías, vuelve hacerlo.

No vivas de fotos amarillas.

¡Sigue! Aunque todos esperen que abandones.

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

Cuando por los años no puedas correr, trota.

Cuando no puedas trotar, camina.

Y cuando no puedas caminar, usa el bastón

LAS ETAPAS

          
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Así que .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
 
Muchas gracias a la Sicóloga Sonia Pérez

miércoles, 18 de febrero de 2015

LA VOLUNTAD

Los seres humanos poseen una capacidad que los mueve a realizar cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades o contratiempos de las mismas.
 
Todas nuestras acciones se orientan por aquellas situaciones o cosas que aparecen como buenas ante nosotros, desde las actividades recreativas hasta el empeño por mejorar en nuestro trabajo, sacar adelante a la familia y ser cada vez más productivos y eficientes.
 
En relación a esta cuestión, podemos decir que nuestra voluntad opera principalmente en dos sentidos:
 
- De manera espontánea cuando nos sentimos motivados y convencidos a realizar algo, como salir a pasear con alguien, empezar con un pasatiempo, organizar una reunión, asistir al entrenamiento...
 
- De forma consciente, cada vez que debemos esforzarnos a realizar las cosas: terminar el informe a pesar del cansancio, estudiar la materia que no nos gusta o dificulta, recoger las cosas que están fuera de su lugar, levantarnos a pesar de la falta de sueño, etc.
 
Todo esto representa la forma más pura del ejercicio de la voluntad, porque llegamos a la decisión de actuar contando con los inconvenientes.
 

martes, 17 de febrero de 2015

Cuando nos liberamos de todos estos problemas podremos decirle SÍ a la vida

1.- Aceptamos los momentos de alegría como los de pena, sin rechazar la felicidad, ni apegarnos a la tristeza.
2.- Aceptamos la expansión del amor que se alterna con la contracción del miedo, de la certeza con la duda, del descanso con el stress.
3.- Aceptamos que las consecuencias de nuestros actos ya no dependen de nosotros, ni nuestras palabras una vez dichas.
4.- Aceptamos que los otros son tal como son, sin querer cambiarlos. Y también cesamos de luchar contra lo que somos.
5.- Aceptamos que cada cosa tiene un fin, incluida la vida de los que amamos y la nuestra.
6.- Aceptamos cambiar nuestra mirada negativa sobre lo que es, mirando de manera tierna y compasiva.
Alejandro Jodorowsky

lunes, 9 de febrero de 2015

Una mejor manera de vivir

REGLA NUMERO UNO
Hay que considerar lo bueno que uno tiene. Una vez que uno se da cuenta de lo valioso que es y de cuantas cosas positivas tiene a su favor, las sonrisas volverán saldrá el sol, sonará la música y uno podrá finalmente avanzar hacia la vida que Dios le señaló... con gracia, fuerza, valor y confianza.
REGLA NUMERO DOS
Hoy, y todos los días, uno debe dar más de lo que le pagan por hacer. La victoria del éxito se habrá ganado a la mitad cuando uno aprenda el secreto de dar más de lo que se espera en todo lo que uno hace. Hay que hacerse tan valioso en su trabajo que más adelante uno se vuelva indispensable.
REGLA NUMERO TRES
Cada vez que se cometa un error o se haya sido abatido por la vida, no hay que quedarse demasiado tiempo pensando en ello. Los errores son la forma en que la vida le enseña a uno. Nadie gana de todas, todos, y las fallas que se tienen, cuando ocurren, son simplemente parte del propio crecimiento. Nunca hay que rendirse. Ya llegará el turno de uno.
REGLA NUMERO CUATRO
Uno debe premiar siempre sus largas horas de trabajo y afán de la mejor manera, rodeado de su familia. Hay que alimentar su amor con todo cuidado y recordar que los hijos necesitan modelos, no críticas, y el propio progreso se intensificará cuando uno se esfuerce constantemente por presentar el mejor aspecto de uno mismo a los hijos.
REGLA NUMERO CINCO
Hay que levantar este día sobre una base de pensamientos agradables. ¡Hay que sonreír ! Marco Aurelio, ese sabio emperador y filósofo de la antigua Roma, nos dijo que nuestra vida es lo que de ella hacen nuestros pensamientos. Buena o mala. Desdichada o feliz. Triunfante o desesperada. Buda lo dijo de una manera todavía más enérgica: ‘Todo lo que conocemos es consecuencia de lo que hemos pensado. La mente es todo. Nos convertiremos en lo que pensamos . No importa como se quiera llamarlo, los pensamientos positivos son productivos, los pensamientos negativos estorban y destruyen.
REGLA NUMERO SEIS
Siempre hay que dejar que las propias acciones hablen por uno, aunque todo el tiempo hay que estar en guardia contra las terribles trampas del falso orgullo y la vanidad que pueden detener el propio avance.
REGLA NUMERO SIETE
Cada día es un don especial de Dios, y si bien es posible que la vida no siempre sea justa, uno no debe dejar nunca que las penas, las dificultades y las desventajas del momento envenenen la actitud y los planes que uno tiene para sí mismo y su futuro.
REGLA NUMERO OCHO
Uno nunca debe llenar sus días ni sus noches con tantas nimiedades y cosas insignificantes como para no tener tiempo de aceptar un verdadero reto cuando éste se presente. Esto es válido tanto para el juego como para el trabajo. Un día meramente sobrevivido no es ocasión de festejo. Uno no está aquí para desperdiciar sus preciosas horas, cuando tiene la capacidad de lograr tanto si hace una pequeña modificación en su rutina. Ahora, ¡Ahora mismo! ¡No mañana!
REGLA NUMERO NUEVE
Hay que vivir este día como si fuera el último de su vida. Hay que recordar que sólo se encontrará la expresión "mañana" en el calendario de los tontos. Hay que olvidar las derrotas del ayer y no tomar en cuenta los problemas del mañana. Eso es todo.
REGLA NUMERO DIEZ
A partir de hoy, uno debe tratar a todas las personas que encuentre, sean amigas o enemigas, conocidas o extrañas, como si fueran a morirse a medianoche. No importa qué tan trivial sea el contacto, Hay que brindar a cada persona toda la atención, amabilidad comprensión y afecto que uno pueda mostrar, y hay que hacerlo sin pensar en ninguna recompensa. Su vida nunca volverá a ser igual.
REGLA NUMERO ONCE
Hay que reírse de sí mismo y de la vida. No con el ánimo de burlarse ni de autocompasión plañidera, sino como un remedio, como un medicamento milagroso, que le mitigará a uno el dolor, le curará la depresión y le ayudará a poner en perspectiva la derrota aparentemente terrible del momento. Nunca hay que tomarse demasiado en serio.
REGLA NUMERO DOCE
Nunca deben descuidarse los detalles, ni escatimarse ese esfuerzo adicional, esos cuantos minutos de más, esa palabra suave de alabanza o agradecimiento, esa entrega de lo mejor que uno puede hacer. Usted es alguien especial. Debe actuar como tal. ¡Nunca deben descuidarse los detalles!
REGLA NUMERO TRECE
Hay que recibir cada mañana con una sonrisa. Uno debe considerar el nuevo día como otro regalo especial de su Creador, otra oportunidad dorada para completar lo que uno no pudo concluir ayer. Hay que motivarse uno mismo. Hay que dejar que la primera hora establezca el tema del éxito y la acción positiva que con toda seguridad resonará durante todo el día. El día de hoy nunca volverá a ocurrir.
REGLA NUMERO CATORCE
Uno logrará su gran sueño, un día a la vez, así es que hay que fijar metas para cada día - no proyectos largos y difíciles, sino tareas que lo llevarán a uno, paso a paso, hacia su arcoiris. Debe anotarlas, si así le parece, pero hay que limitar la lista de manera que no se tengan que arrastrar las cuestiones inconclusas de hoy hacia el mañana. Hay que recordar que uno no puede construir su pirámide en veinticuatro horas. Hay que ser paciente. Nunca debe dejar que su día esté tan lleno de actividades que se descuide la meta más importante - hacer lo mejor que pueda, disfrutar este día y mantenerse satisfecho con lo que ha logrado.
REGLA NUMERO QUINCE
Uno no debe permitir nunca que nadie le eche a perder su desfile y de esa manera arroje una sombra de tristeza y derrota en todo el día. Hay que recordar que no se requiere nada de talento, ni abnegación, ni inteligencia, ni carácter, para estar en el equipo de los que encuentran fallas. Nada externo puede tener poder sobre una a menos que uno lo permita. El tiempo es demasiado precioso para sacrificarlo en días desperdiciados combatiendo las fuerzas rastreras del odio, los celos y la envidia.
REGLA NUMERO DIECISÉIS
Hay que buscar la semilla del bien en todas las adversidades. Cuando uno domina ese principio, posee un valioso escudo que lo protegerá bien a través de todos los oscuros valles por donde tenga que pasar. es posible ver las estrellas desde el fondo de un pozo profundo, en tanto que no pueden distinguirse desde la cima de una montaña. de la misma manera, usted aprenderá de la adversidad cosas que uno no habría descubierto jamás sin dificultades. Siempre hay una semilla del bien. Uno debe encontrarla para prosperar.
REGLA NUMERO DIECISIETE
Uno debe darse cuenta que la verdadera felicidad radica dentro de uno mismo. No hay que desperdiciar tiempo ni esfuerzo en buscar la paz, la alegría y el gozo en el mundo externo. Hay que tener presente que no hay felicidad en tener u obtener, sino únicamente en dar. Hay que dar. Compartir. Sonreír. La felicidad es un perfume que no se puede escanciar en los demás sin que unas cuantas gotas caigan en uno mismo.

¿La felicidad... es una mariposa? Tal vez no. "Muy poco se necesita para hacer una vida feliz", escribió Marco Aurelio, "todo se halla dentro de uno mismo, en su manera de pensar". Uno buscará la felicidad eterna y fracasará, a menos que la busque dentro de sí mismo, en su corazón y en su alma, y luego comparta lo que posee sin pensar en ninguna recompensa..
Hay que comunicarse con los demás. La felicidad no es sino el producto secundario de la manera en que uno trata a sus semejantes. Ahora es el momento de ser feliz. Aquí es el lugar para ser feliz. Hay que aprender y comenzar a vivir según las reglas que se le han entregado a usted, reglas que se le presentaron con mucho amor, y compartir su mensaje con otros que piden su apoyo. Sólo entonces aparecerá la mariposa y se posará ligeramente en su hombro mientras suena la cajita de música. Nunca hubo, ni habrá una mejor manera de vivir.
Tomado de Vitaminas para el Alma

jueves, 5 de febrero de 2015

Estoy vivo, estoy vivo




La mejor noticia que podemos recibir cada mañana es la de que aún continuamos con vida; sin embargo, lo más probable es que esta mañana usted haya abierto los ojos, se haya levantado apresuradamente y, aunque suene ilógico, se haya percatado de todo, menos de que aún esta vivo.
¿Cuál es la diferencia entre vivir inconsciente de que se disfruta de estar vivo, y vivir consciente de estar gozando del privilegio de estar vivo?
La diferencia estriba, indiscutiblemente, en que sin estar consciente de estar vivo, no se valora la vida; en cambio, estando consciente, se agradece, primero que nada, al Supremo la gracia de estar vivo, y se valoran, por lo tanto, cada uno de los instantes en que uno permanece con vida.
Asegurar, de acuerdo al adagio popular, que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", resulta demasiado fatalista:
Hay personas que en este mundo sí saben lo que tienen, la vida, y disfrutan de ella compartiéndola con la de los demás.
Sea usted una de estas personas. No caiga en el error de "no saber lo que tiene hasta que lo haya perdido"; resístase a formar parte de ese "nadie" que nunca supo que tenía vida y por lo tanto, nunca supo valorarla.
Piense cuál seria la reacción de una persona que hubiera muerto y que de repente, milagrosamente, se le otorga vida de nuevo.
Usted no tuvo que morir ayer para estar vivo hoy; sin embargo, ese regalo le fue otorgado nuevamente y no deja de ser el más maravilloso que hay.

lunes, 2 de febrero de 2015

AUTOESTIMA



La mayor parte de nuestra desilusión de las personas y los cambios negativos que notamos en los otros corresponde a que nosotros fuimos a esa relación esperando recibir algo o bien nos formamos una idea de que esa persona iba a llenar nuestros vacíos. La cruda realidad es que nadie puede llenar un vacío en nuestro interior sino nosotros mismos.
Una persona que ha sido abandonada de niño por sus mayores o que no recibió mucho cariño, lejos de buscar a alguien que le ame, le proteja, le de seguridad, lo que busca inconscientemente, sin darse cuenta y aunque crea que busca todo lo contrario, es que la vuelvan a abandonar, a desproteger, a dar inseguridad... mientras ese vacío no esté lleno de amor, pero de amor por uno mismo.
Aquel mandamiento cristiano de "Amar al prójimo como a tí mismo" se cumple muy mediocremente pues no amamos al prójimo (mas bien ni siquiera lo respetamos) porque no nos amamos y tenemos una muy mala opinión de nosotros mismos. Por lo que cualquier terapia, de cualquier tipo debería empezar por ¿cómo está mi autoestima?
Y una buena forma de comenzar a analizar mi autoestima es observando cómo cumplo mis compromisos. Cuando digo a una amiga "Mañana te llamo" ¿lo hacemos o sólo era para sacarnos de encima una conversación que no queríamos?
Cuando hago una promesa ¿la cumplo, la postergo o la olvido?
Si me propongo cosas como "Mañana hago ese trámite, empiezo la dieta, visito a mis abuelos, hago ejercicios de gimnasia, etc.” ¿ lo cumplo?
La mala autoestima viene desde dentro y no creemos en nosotros mismos porque hemos sido continua, vil y cruelmente engañados por nosotros mismos al no cumplir con nosotros mismos, al mentirnos a nosotros mismos, al juzgar a otros para tapar nuestros propios errores.
Comienza ahora mismo a verte como eres y a aceptarte, pero para mejorar, no para tu propia complacencia. Observa lo que no te gusta y cámbialo, nadie si no tú puede hacerlo. Sólo tú tienes todo el poder sobre tí mismo y adquiere buenos hábitos de la misma forma que adquiriste los nefastos: repitiéndolos.
Al mejorar tu autoestima, verás como aprendes a amarte, a llenar el vacío de tu corazón y a ser una mejor persona para atraer a ti a personas valiosas. Como tú.
Tomado de Vitaminas para el Alma


domingo, 1 de febrero de 2015

"Haz nuevo tu año"

Por Frei Betto

En este año nuevo hazte nuevo, reduce la ansiedad, riega de ternura los sentimientos más profundos, imprime a tus pasos el ritmo de las tortugas y la levedad de las garzas.

No te mires en los demás; la envidia socava la autoestima, fomenta el resentimiento y abre en el centro del corazón un agujero en el que se precipita el propio envidioso.

Mírate en ti mismo, asume tus talentos, cree en tu creatividad, abraza con amor tu singularidad. Pero evita la mirada narcisista. Sé solidario: extiende las manos a los demás y oxigena tu propia vida. No seas rehén de tu egoísmo.

Ten cuidado con lo que hablas. No pronuncies difamaciones ni injurias. El odio destruye a quien odia, no al odiado. Cambia la maledicencia por la benevolencia. Comprométete a expresar algunos elogios cada día. Tu salud espiritual te lo agradecerá.

No desperdicies la existencia hipnotizado por la televisión o navegando sin rumbo por internet, naufragado en el torbellino de imágenes e informaciones que no consigues sintetizar. No dejes que la seducción de los medios anule tu capacidad de discernir y te convierta en un consumidor compulsivo. La publicidad sugiere felicidad y, mientras tanto, no ofrece sino placeres momentáneos.

Centra tu vida en bienes infinitos, nunca en los finitos. Lee mucho, reflexiona, intenta buscar el silencio en este mundo ruidoso. En él te encontrarás a ti mismo y, con seguridad, a otro que vive en ti y que casi nunca es escuchado.

Cuida tu salud, pero sin la obsesión de los anoréxicos ni la compulsión de los que devoran alimentos con los ojos. Camina, practica ejercicios, sin descuidar el aceptar tus arrugas ni temer a las señales del tiempo en tu cuerpo. Asiste también a un gimnasio de entrenar el espíritu. Y échate cremas revitalizadoras de la generosidad y de la compasión.

No des importancia a lo fugaz, ni confundas lo urgente con lo prioritario.
No te dejes llevar por las modas. Haz como Sócrates, observa cuántas cosas se te ofrecen en los comercios que no necesitas para ser feliz. No dejes pasar ni un día sin un momento de oración. Si no tienes fe, concéntrate en tu vida interior, aunque sólo sea durante cinco minutos.

Arranca de tu mente todos los prejuicios y, de tus actitudes, todas las discriminaciones. Sé tolerante, colócate en el lugar del otro. Todo ser humano es el centro del universo y morada viva de Dios. Pregúntate a ti mismo por qué, a veces, provocas en los otros antipatía, rechazo, disgusto.
Revístete de alegría y distensión. La vida es breve y como totalmente cierto sólo conocemos la muerte.

Haz algo para preservar el medio ambiente, purificar el agua y el aire, reducir el calentamiento global. No utilices material que no sea biodegradable. Trata a la naturaleza como lo que ella es en realidad:
nuestra madre. De ella vivimos y a ella volveremos. Hoy vivimos del beso en la boca que ella nos da continuamente al nutrir a cada uno de nosotros de oxígeno y alimentos. Reserva un espacio en tu día para conectar con el Transcendente. Deja que Dios acampe en tu subjetividad. Aprende a cerrar los ojos para ver mejor.

¡Feliz 2015!