sábado, 28 de junio de 2014

La vanidad


Sarah Reynoso (SIGLO 21)

La vanidad, más allá de glamor, lujo, dinero, admiración, prestigio, moda o fama, constituye el estilo de vida de millones de personas, esta filosofía marca lo actual y exclusivo iniciando la exploración y descubrimiento de innumerables elementos tecnológicos y científicos que prometen favorecer la belleza, confort y distinción en el vivir cotidiano.
La vanidad, arrogancia, envanecimiento y deseo de ser admirado por todos lleva a los seres humanos al egocentrismo (egoístas), crean conductas centradas en su propio ego colocando a los demás en una posición más baja.
Este tipo de persona por lo general busca siempre la manera de estar en lugares socialmente estratégicos sea adquiriendo poder, dinero o fama, y así poder sentirse admirada, importante y muy espacial. Esos construyen un mundo equivocado y vacío.
Sí, en realidad son seres “vacíos”, viven doble vida, la cual intentan mostrar a otros y que ocultan tras el manto de la fantasía o ilusión, de riqueza, hermosura, perfección, elegancia e inteligencia. Estas personas son emocionalmente secas y necesitan estar rodeadas de gente para ser alagadas, exaltadas y que sus méritos sean reconocidos por todo lo alto. A esos los llenan momentáneamente las luces y la multitud, pero en su soledad se sienten miserables, tristes, solos y temen encontrarse con su propia realidad.
Estos son algunos de los acontecimientos cotidianos de individuos que basan su vida centrados en la vanidad.
A) Divorcios repentinos y sin ninguna explicación clara de parejas recientemente casadas que habían expresado estar tan felices porque encontraron al cónyuge perfecto.
B) Mujeres que pierden la vida en clínicas clandestinas y privadas intentando tener un cuerpo perfecto y con las medidas exactas.
C) Modelos que mueren de hambre por cuidar y mantener su figura, cayendo en la red de la Bulimia o la anorexia.
D) Jóvenes que mueren por el uso excesivo de drogas queriendo escapar de su realidad y vivir bajo el efecto de estas, las cuales les hace olvidar el vacío y lo insignificante que se sienten ser.
E) Millones en todo el mundo atentan contra sus vidas y fríamente deciden quitárselas por no poseer lo que desean o se sienten sin valor para enfrentar su soledad.
Al paso del tiempo muchos seres humanos han perdido su autenticidad, la razón de su existencia y el valor de esta. Definitivamente la vanidad es la hoguera que enciende la llama de la vida loca, desenfocada, vacía y fría.
Nunca olvides que siempre habrá personas más ricas y más pobres que tú, más y menos hermosas que tú, más y menos inteligentes que tú, por lo tanto no debes compararte con ellos para sentirte mejor porque serás muy infeliz, sabio es descubrir la belleza, inteligencia y valor que hay en ti.

Amor

El amor es el sentimiento más importante de los seres humanos. El amor es comprender, servir, dar, compartir, querer, respetar y convivir. A través del amor podemos compartir cosas buenas y malas con lo que nos rodean. No sólo sentimos amor por nuestros padres, sino también por nosotros mismos, por nuestros semejantes y por el medio ambiente que nos rodea. 
En nuestra familia, gracias al amor, participamos de las alegrías y fracasos, del mismo modo como lo haríamos con un amigo... cuando nos sentimos apreciados, respetados y comprendidos, mejoramos la convivencia y fomentamos el espíritu.

El Agradecimiento

Es fundamental que aprendamos a ser agradecidos.
A nuestros hijos hay que encaminarlos desde el comienzo por la senda reluciente del agradecimiento.
La persona agradecida siembra bien y bienestar, construye Shalom, equilibra el mundo, es puntal de la creación.
Entre otras virtudes el agradecido aprende a valorar las cosas y a mitigar el ansia.
Uno que agradece sinceramente, está reconociendo el valor de lo que ha recibido.
Estima según la medida de su capacidad, para encontrar que bien vale la pena eso que ha obtenido, por lo cual está agradeciendo.
Así pues, el agradecido es también alguien que evalúa, suponemos que correctamente, y por tanto fortifica su auto-estima, que es como uno mismo se valora; así como favorece la estima del prójimo.
Es alguien que no despilfarra.
Además el agradecido aprende a mitigar el ansia.
No es ansio-so, pues no anda buscando más y más llenarse, sino que se satisface con equilibrio.
Busca quizás el progreso, el crecimiento, el mayor bienestar, pero no se afana obsesivamente en eso, ni se desbarranca detrás de sus banales deseos.
Por tanto, queridas y queridos, recuerden enseñar a tus hijos a ser agradecidos, contigo, con tu pareja, con la familia, con todo aquel que es merecedor de agradecimiento, pero especialmente hacia el Eterno.
Y ya sabes, el mejor modo de enseñar es con el ejemplo.
 
¿A cuántos has agradecido hoy por todo lo que te ha tocado recibir?

jueves, 26 de junio de 2014

LA SENSIBILIDAD

El valor de la sensibilidad reside en la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar correctamente en beneficio de los demás. Además, debemos distinguir sensibilidad de sensiblería, esta última siempre es sinónimo de superficialidad, cursilería o debilidad.
Sin embargo, en diferentes momentos de nuestra vida cotidiana hemos buscado afecto, comprensión y cuidados, y a veces no encontramos a esa persona que responda a nuestras necesidades e intereses. ¿Qué podríamos hacer si viviéramos aislados? La sensibilidad nos permite descubrir en los demás a ese “otro yo” que piensa, siente y requiere de nuestra ayuda.
Ser sensible implica permanecer en estado de alerta de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, va más allá de un estado de ánimo como reír o llorar, sintiendo pena o alegría por todo.
¿Acaso ser sensible es signo de debilidad? No es blando el padre de familia que se preocupa por la educación y formación que reciben sus hijos; el empresario que vela por el bienestar y seguridad de sus empleados; quien escucha, conforta y alienta a un amigo en los buenos y malos momentos. La sensibilidad es interés, preocupación, colaboración y entrega generosa hacia los demás.
No obstante, las personas prefieren aparentar ser duras o insensibles, para no comprometerse e involucrarse en problemas que suponen ajenos a su responsabilidad y competencia. De esta manera, las aflicciones ajenas resultan incómodas y los padecimientos de los demás molestos, pensando que cada quien tiene ya suficiente con sus propios problemas como para preocuparse de los ajenos.
La indiferencia es el peor enemigo de la sensibilidad.

miércoles, 25 de junio de 2014

HAY QUE ERRADICAR LOS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES NEGATIVAS

Durante mucho tiempo han existido sentimientos y emociones negativas que han causado tanto daño a la humanidad y han hecho sufrir a muchas personas; generando así mucha violencia, delitos, engaños, sentimientos malos entre otros, todo esto se han dado de generación en generación, en donde se han venido dando estos pecados capitales como son: la ira, la envidia y la codicia entre otros. Los seres humanos en este mundo estamos expuesto a muchas cosas, entre ellos como a tener; resentimientos, problemas, peleas, sentimientos y emociones negativas pero solo queda de nuestra parte cambiar nuestra forma de ser y de vivir compartiendo con las demás personas que vivimos el día a día, como la familia, los amigos, compañeros y con la sociedad en general, y siendo persona con sentimientos positivos, y no guardando resentimiento, dejando de querer tener lo que tiene el otro , no violentando ni robando, siendo mansos y humildes de corazón, estando siempre con una mente positiva y haciendo que también las personas con las que vivimos y compartimos tengan otra visión de la vida, siendo personas integras y de buen corazón, deseando el bienestar no solamente personal, sino también deseando el bienestar del amigo, del compañero, de la esposa, (o) del hermano entre otros. Siempre teniendo una mente abierta, dispuestos ayudar al prójimo, cada vez que podamos, pero dejando todo lo que nos perjudique en el pasado, actuando de una forma sincera y sin ningún interés todo esto con la finalidad de ser mejor persona; cada día.

martes, 24 de junio de 2014

OTRO TEXTO DE LUZ: GENIALIDAD


Anthony de Mello

Llegó al monasterio un escritor con la intensión de escribir un libro sobre el Maestro…”La gente dice que eres un genio. ¿Piensas tú que lo eres?
“! Ya lo creo que sí!”, respondió el Maestro con no demasiada modestia…”Y qué es lo que lo convierte a uno en genio?  “La capacidad de reconocer”…”Reconocer qué?
“Reconocer a la mariposa en el gusano, al águila en el huevo y al santo en el hombre egoísta”
Que nos sea dada a todos esa clarividencia del corazón, esa “capacidad de reconocer” la Belleza, la Bondad, el Amor, allí donde nuestra mirada miope solo acierta a ver el caos, el odio o el dolor.
Aida Jaramillo Isaza

lunes, 23 de junio de 2014

Otro texto pleno de luz y fuerza: Prioridad

Anthony de Mello
El Maestro acogía favorablemente los avances de la tecnología, pero era profundamente consciente de sus limitaciones.
Cuando un industrial le preguntó en qué se ocupaba, le respondió: “Me dedico a la industria de las personas”. - ¿Y qué demonios es eso? Si se puede saber, dijo el industrial. “Fijémonos en su caso, respondió el Maestro: Tus esfuerzos producen mejores cosas; los míos mejores personas”.
Más tarde les decía a sus discípulos: “El objeto de la vida es lograr el esplendor de las personas, pero hoy día la gente parece estar especialmente interesada por el perfeccionamiento de las cosas”
Reflexionando sobre esta cita, la escritora colombiana Aida Jaramillo Isaza, expresa lo siguiente:
“El objeto de la vida es lograr el esplendor de las personas”. Grabaría en mármol esta frase lapidaria para nunca olvidar la esencial dignidad de cada ser humano, tan olímpicamente menospreciado por este materialismo degradante que pregona la importancia del “tener” más que del “ser” y atropella sistemáticamente, so pretexto de desarrollo y progreso, los ya bastante menguados derechos de los débiles.

domingo, 22 de junio de 2014

Textos de Luz

Aida Jaramillo Isaza
(Tomado de la revista Manizales Junio 2002,número 718)
Cada día admiro más y más a quienes han logrado adquirir, seguramente a base de silencios y reflexiones, una envidiable capacidad de síntesis que les permite expresar en pocas ideas y conceptos trascendentes, que impactan la mente y el corazón con la fuerza viva de la verdad. Constituyen para mí un linaje espiritual de selección y gusto de adentrarme en la lectura de sus textos, con fruición y provecho, máxime cuando la barahúnda que nos circunda - tan de nuestro trópico – aturde y obnubila por su volumen y desmesura. Hoy quiero compartir con ustedes algunos de esos textos admirables, tomados del libro de Anthony de Mello “”? Quien puede hacer que amanezca?”” y cuyo estilo sugerente, característico de la mentalidad oriental, atestigua su maestría en el difícil arte de la síntesis.
El primero titula HUMANIDAD y vale por todo un tratado de la condición humana y los incalculables peligros a que nos está llevando su ingénita estulticia. Dice así, textualmente:
La conferencia que el maestro iba a pronunciar sobre la destrucción del mundo había sido profusamente anunciada y fue mucha la gente que acudió a los jardines del monasterio para escucharle. La conferencia concluyó en menos de un minuto, todo lo que el maestro dijo fue:
“”Estas son las cosas que acabarán con la raza humana:
La política sin principios,
El progreso sin compasión, la riqueza sin esfuerzo,
La erudición sin silencio,
La religión sin riesgo
Y el culto sin consciencia””
Seis diagnósticos estremecedores, a cual más exacto. Allí y allá, por la extensa faz de la tierra, los estamos viendo cumplirse a diario con precisión matemática y altísimo costo de sufrimiento.
 

martes, 17 de junio de 2014

CAPSULAS MEDITACIONALES: El entusiasmo

Nereyda Barceló Fundora
 
Definido en la Antigua Grecia como la Inspiración divina de los Profetas, el Entusiasmo es la máxima dosis secreta que complementa las acciones de la vida humana.
Si se quiere lograr algo, debe emprenderse con Entusiasmo y se verá realizado.
Esta ley del Entusiasmo nunca ha fallado, porque Entusiasmo es  una fuerza infinita, un poder superior, una inspiración divina, un ingrediente de fe, una causa suprema, un mecanismo interior que debe ser bien manejado y controlado a base de una seria y bien dirigida disciplina.
He aquí algo más sobre el Entusiasmo:
Descanse organizadamente pero con Entusiasmo,
Duerma en Entusiasmo, cante, ría, baile, goce, diviértase sanamente con real  Entusiasmo.
Más que con el corazón, ame con Entusiasmo.
Aprenda cosas nuevas a diario con positivo Entusiasmo.
Practique un deporte, juegue o haga ejercicios en medio del Entusiasmo.
Recuerde que los deportistas, los científicos, los artistas, los estudiantes, los políticos, los obreros y las amas de casa, suelen triunfar cuando a sus tareas le agregan ese maravilloso ingrediente que es el Entusiasmo.
Así que entusiásmese usted también y verá los resultados.

lunes, 16 de junio de 2014

Cuentos infantiles: Una vía para crearle valores

¿Por qué es importante y necesario que eduquemos a nuestros hijos a través de los valores? Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y comportamientos les ayudará a convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren.
Los cuentos infantiles son una buena manera de inculcar a nuestros hijos estos valores. Los cuentos cortos para leer a los niños con valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños.
Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo.
Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores, y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir.
A través de los cuentos, los niños asimilarán de una forma más rápida y práctica el verdadero significado de cada valor. A través de los cuentos para niños podemos enseñar a nuestros hijos a que se comporten de forma educada, respetuosa, y amistosa con los demás, para que todos puedan convivir unos con otros, de una forma positiva, sin perjudicar a nadie.
Recomendamos la lectura de La Edad de Oro de José Martí, en primer lugar, y los padres pueden crear el hábito de leer en los niños y de esa forma contribuir a que enriquezcan sus conocimientos y crezcan con valores humanos y sean ciudadanos valiosos como niños primero, luego como adolescentes y como adultos.

sábado, 14 de junio de 2014

El arte de vivir

El arte de vivirLos valores humanos, conocidos también como valores éticos, son las ideas y principios que determinan la forma en que actuamos. Están relacionados con nuestro modo de vivir, es decir, con la práctica de la vida diaria. Por eso los valores dan sentido a todo lo que hacemos… Son el arte de vivir con dignidad, coherencia y sentido.
Los valores son para la vida. La vida humana es la norma y el fin de todo valor. Nos ayudan a tomar decisiones en la vida y a relacionarnos con los demás, pues nuestro «yo» se desenvuelve siempre dentro de un «nosotros».
Cada grupo humano crea y vive sus propios valores culturales. Sin embargo, hay valores que son comunes a todas las personas, pueblos y culturas. Por eso se los llama valores humanos.
Cuando hablamos de valores, nos referimos a:
  • Todo lo que contribuye al desarrollo y realización de la persona.
  • Aquello que da sentido a la vida de todo hombre y mujer, a todo pueblo.
  • Las motivaciones más profundas que orientan cualquier proyecto de vida personal o social.
  • Aquello que posibilita a la persona la conquista de su identidad, es decir, de su verdadera naturaleza.
  • Una cualidad que capacita a todo hombre y mujer para vivir en armonía consigo mismos, con los demás, con la naturaleza y con Dios.
Del libro «El arte de vivir». De Fernando Bermúdez López.

viernes, 13 de junio de 2014

El verdadero significado del fracaso

 Nereyda Barceló Fundora
 
Muchas personas piensan que cuando alguien fracasa se convierte en ser fatal, y  la mayoría de las veces un revés
contribuye a afectar la autoestima,  y que el individuo dañado,   piense que nunca tendrá éxito, pero un fracaso no es ninguna
desventura permanente, por el contrario, yo opino que cuando alguien tiene un fracaso:

       No significa que se es un fracasado, significa que todavía no se ha triunfado.
 
       El fracaso no significa que no se ha logrado nada, significa que se ha aprendido algo.
 
       El fracaso no significa que se es desgraciado, significa que se atrevió a probar
 
       El fracaso no significa que no se tiene, significa que se tiene de una manera diferente.
 
       El fracaso no significa que se es inferior, significa que no se es perfecto.
 
       El fracaso no significa que se ha desperdiciado el tiempo, significa que se tiene un motivo para comenzar otra vez
 
       El fracaso no significa  que se debe dar por vencido, significa que se debe intentar con más ahínco.
 
       El fracaso no significa que nunca se hará, significa que se necesita más paciencia.
 
       El fracaso no significa estar derrotado, significa que se debe probar de nuevo.

       Y en ocasiones de la experencia de un fracaso se puede lograr un  gran éxito.

Ultimas frases

Facundo Cabral

Cuando un pueblo trabaja dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, dios lo ama.
Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.
Ama hasta convertirte en lo amado, es más, hasta convertirte en el amor.
De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.
Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Vive de instante en instante, porque eso es la vida.
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante.
¡Pero no digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!
 

domingo, 8 de junio de 2014

El Gabo

“Me sorprendí cuando los periodistas corrieron a la casa de la madre de García Márquez, tras haber ganado éste el Nobel. Todos estaban deseosos de conocer la opinión de la madre de Gabo, a lo que la señora les contestó: Yo no sé nada de literatura, yo sólo sé que el Gabo tiene mucha memoria porque todo eso que escribió se lo contaron. Esto me recuerda al inefable Juan Rulfo, cuando las gentes le pedían, casi le reclamaban del porque no escribía, a lo que él respondió: No escribo porque la gente que me contaba las cosas, se murió.”
“Me gusta volver a Roma, principalmente al Trasteare. Una tarde de otoño me encontré, en el Campo di Fiori con un señor al que todos quisimos mucho. Les estaba echando migas a las palomas. En aquella época el maestro tenía 88 años. Estaba allí, con su mujer. No me pude resistir; me acerqué y le dije: ¿Es usted quien yo creo? Me contestó. ¡Yo soy el que tú quieras! Entonces le dije: ¡Es usted el maestro! A lo que me respondió, el maestro es el que te puso a ti delante de mí, y a mí delante de ti, yo sólo soy Arthur Rubinstein”.
Facundo Cabral

Educación en valores


Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales.
A eso, a la formación del carácter, es a lo que los griegos llamaban "ética". Valores éticos son los valores "sencillamente humanos", de eso se trata, de recuperar el valor de la humanidad.
No obstante, los valores éticos están en crisis. Los valores siempre han nombrado defectos, faltas, algo de lo que carecemos pero que deberíamos tener. Según Locke, el malestar, la incomodidad que provoca el deseo de que la realidad cambie y sea de otra manera. Si estuviéramos plenamente ajustados con la realidad, no cabría hablar de justicia ni de valores como algo a conquistar, si se hace es porque no se reflejan suficientemente en la práctica.
Hoy por hoy, el crecimiento económico nos ha hecho creer que sólo vale lo que produce dinero. Decimos que la prosperidad económica no es más que un paso, necesario pero insuficiente, para lograr una mayor plenitud humana.
El bienestar es un fundamento ambivalente para la producción de valores éticos. Por una parte hay que darle la razón a Aristóteles cuando afirma que la virtud sólo es patrimonio de los seres libres, no de los esclavos, de quienes tienen tiempo para dedicar su vida a la actividad política porque otros y otras trabajan por ellos.
También hay que darle la razón a Bertold Brecht cuando dice que lo primero es comer y lo segundo hablar de moral. Hay que reconocer que el que vive bien se acuerda poco de los que sufren, que el bienestar material no genera una espontánea solidaridad con los pobres.
Las épocas de menor bienestar, como la actual, no son del todo malas para recuperar y hacer más presentes los valores; pero también hay que contar con los valores éticos para superar la crisis económica.
En realidad, los tiempos nunca son buenos para la ética, porque la ética exige, ante todo, autodominio, que es costoso y nos pide sacrificio y templanza. No hay ética sin una cierta disciplina, una disciplina razonable sin la cual es inútil tratar de transmitir normas o hábitos.
Ser buena persona hoy no es, únicamente, ser buen ciudadano o buen político, como pensaron los griegos. Cualquier actividad puede tener dimensiones más o menos éticas, más o menos humanas. En resumen, no tenemos un modelo de persona ideal, ni de sociedad, ni de escuela, porque nuestro mundo es plural y esa pluralidad es enriquecedora, así como la convivencia de las diferencias.
Aunque nos falta un modelo de persona, contamos con un conjunto de valores universalmente consensuadas, un sistema valorativo que sirve de arco y de criterio para controlar hasta dónde llegan nuestras exigencias éticas individual y colectivamente. Son valores de la civilización, producto de más de 25 siglos de pensamiento, que han dejado valores, principios e ideales que se resumen en los llamados derechos fundamentales.
La fundamentación de los derechos humanos es la declaración universal de estos derechos realizada en 1948. Ése es y debe ser nuestro punto de partida, la única referencia que tenemos para empezar a hablar, para resolver nuestros problemas y conflictos.
Los derechos humanos son la fuente de donde mana el derecho positivo, la ética es la que juzga a la ley y la que orienta su interpretación.
Creer en la ética, sin embargo, supone a aceptar dos ideas:
  1. Que los derechos básicos implican deberes, y deberes que no sólo incumben al Estado sino a todos los ciudadanos.
  2. Que la ausencia de valores éticos deriva en los problemas estructurales de la sociedad.
Como dijo Rousseau, la sociedad democrática y racional necesita algo que una a los individuos, por encima de los intereses particulares, unos "intereses comunes" que comprometan a toda la humanidad en la empresa de hacer un mundo más humano.

sábado, 7 de junio de 2014

ALTRUISMO, COMPRENSION Y RESPETO

“Si pudiéramos leer la historia secreta de nuestros enemigos, hallaríamos en sus vidas penas y
sufrimientos suficientes para desarmar toda nuestra hostilidad”
H. W. L.
 
  Por: Bernabé Tierno
 
El altruismo forma panela con la solidaridad, es
su hermano gemelo. Son ramilletes que arrancan
unidos del tronco común de la comprensión, desde donde parten todas las conductas de hermandad.
El altruismo es determinación firme y perseverante
de empeñarse por el bien común en general y de
las personas más cercanas a nosotros en particular.
El altruismo, que para los cristianos es la caridad
al fundir en un acto amoroso el amor a Dios y a
todos los seres creados, es estilo de vida, permanente actitud
de servicio de toda persona, sea cual fuere su
patria, religión, condición o raza, que ha encontrado verdadero
significado y sentido a su existencia en ser
útil a los demás.
La comprensión de las carencias, miserias y sufrimientos
nos lleva en un primer momento a
sentirnos solidarios para hacer realidad de inmediato
las acciones concretas de altruismo que ayudan a
mejorar la calidad de vida de los más necesitados y menesterosos.
El respeto mutuo proviene del reconocimiento de
la igualdad fundamental entre todos los seres
humanos. El respeto, por tanto, es un
deber, pero además es una necesidad, es un valor ya que nadie tiene
el monopolio de la verdad ni de la razón, y mucho menos un grado mayor de humanidad que le dé
derecho a sentirse superior a los demás. El resp
eto nos recuerda a todos que somos iguales aunque
diferentes, pero nunca más o menos que los demás.
Pero, como acabamos de afirmar, el respeto es
un valor humano necesario del que dependen valores
como la libertad, la creatividad, la originalidad, la dialogicidad...
Sólo es posible contrastar opiniones (dialogar),                                                                  
permitiendo que cada cual se exprese y obre
libremente (libertad). El respeto permite a los demás
proyectar su propia existencia como individuos
irrepetibles, ser ellos mismos y decidir sobre su persona
y sus actos (creatividad, originalidad) y que
vivan sus vidas como búsqueda constante de encuentros humanos enriquecedores.