La confianza es la seguridad o
esperanza firme que alguien
tiene de otro individuo o de algo. También se trata de la presunción de uno
mismo y del ánimo o vigor para obrar. Por ejemplo: “Este hombre no me inspira confianza, creo
que no voy a aceptar el trato”, “Juan le dio su confianza y ella lo
traicionó”, “Tengo la confianza
necesaria para derrotar al rival”.
Partiendo de dicha acepción nos
encontramos con una serie de términos que también emplean el concepto que ahora
estamos analizando. Este sería el caso, por ejemplo, de la expresión “abuso de
confianza”. Con ella lo que se quiere expresar es que alguien al que otra
persona le ha respaldado y le ha dado crédito en todo momento se ha aprovechado
de esa circunstancia, consciente o inconscientemente, para perjudicarla o
burlarse de ella.
De la misma manera, tampoco podemos
pasar por alto que existe otro término que de igual modo emplea la palabra que
ahora nos ocupa. Se trata de “voto de confianza”. Con esta expresión lo que se
quiere dejar de manifiesto es que alguien autoriza a otra persona para que lleve
a cabo una acción determinada.
No obstante, esa misma expresión se utiliza en el ámbito
político. Y es que con ella se establece que, en el seno de unas cámaras
legislativas, los miembros de las mismas dan su respaldo y aceptación a las
acciones que el gobierno reinante está llevando a cabo en un ámbito o situación
concreta. De la misma forma, también se emplea para referirse a cuando aquellas
le dan la autorización a la entidad gubernamental para que acometa unas tareas
determinadas.
Precisamente dentro del citado sector
político, está también la expresión “cuestión de confianza”. Con ella se viene a
hacer referencia a un proceso por el cual el jefe del Estado o el gobierno son
analizados por el resto de miembros de la cámara legislativa para, mediante una
votación correspondiente, dictaminar si deben seguir o no realizando sus
funciones.
Confianza se refiere, por otra parte, a
la familiaridad en el trato:
“No hace falta que te peines cada vez que
voy a tu casa, ya tenemos bastante confianza”, “¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma?
Nunca te di semejante confianza”.
Para la psicología social y la sociología,
la confianza es un hipótesis que se realiza sobre la conducta
futura del prójimo. Se trata de una creencia que estima que una persona
será capaz de actuar de una cierta manera frente a una determina situación: “Voy a contarle todo a mi padre, tengo
confianza en que me entienda y me ayude”.
En este sentido, la confianza puede
reforzarse o debilitarse de acuerdo a las acciones de la otra persona. En el
ejemplo anterior, si el padre ayuda a su hijo, la confianza saldrá fortalecida;
de lo contrario, la confianza se verá traicionada y, en el futuro, lo más
probable es que el hijo no actúe de la misma forma.
La confianza supone una suspensión, al
menos temporal, de la incertidumbre respecto a las
acciones de los demás. Cuando alguien confía en el otro, cree que puede predecir sus acciones y
comportamientos. La confianza, por lo tanto, simplifica las relaciones
sociales.
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