Por
qué el respeto es importante es una simple y al mismo tiempo muy significativa
pregunta. Antes de profundizar sobre ello es necesario aclarar qué es: el
respeto es un valor fundamental que nos hace tener consideración, aprecio y
reconocimiento hacia alguien o incluso algo, tomando en cuenta sus intereses,
limitaciones, miedos, condición y sentimientos.
Saber respetar a los demás es esencial,
pues representa valorar y tolerar las diferencias y comprender que ellas nos
hacen crecer. Entendemos por
respeto al acto mediante el cual una persona tiene consideración por otra y
actúa teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o
sentimientos. El respeto es una de las acciones más importantes y primarias que
los seres humanos pueden tener entre sí porque el mismo significa siempre
valorar lo que al otro lo hace diferente a uno y tolerar esas diferencias en pos
de vivir mejor en comunidad. El respeto puede aplicarse a diferentes grupos de
la sociedad y variar en términos de sus características dependiendo de ello: el respeto por los
niños y por la infancia supone su protección, el respeto por la libertad de expresión supone su defensa, el respeto por
los ancianos supone su atención constante, etc.
El respeto a nosotros mismos.
La consideración a los demás, empieza
por nosotros mismos. El valor del auto respeto puede ser algo que muchas veces
damos por sentado, aunque no siempre lo ponemos en práctica. Cultivar un sentido
de respeto hacia sí mismo comienza con reconocerse como un ser único y es
necesario para desarrollar nuestro potencial y construir relaciones sanas.
Alguien que tiene auto respeto y se trata con amor, será más tolerante con los
demás.
Aceptarnos como somos quiere decir
reconocer nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades, entendiendo
que son parte de nosotros y nos ayudan a crecer. Debemos ver los errores que
cometemos con amor y de manera responsable, evitando la autocrítica, si es muy
dura, se puede distorsionar al grado de convertirse en conductas
autodestructivas.
La base de la convivencia social.
No es posible hablar de respeto sin hablar de los
demás. Para tener una sana convivencia es necesario establecer límites de lo que
podemos y no hacer y dónde comienzan los de los demás. El respeto es una forma
de reconocimiento y de aprecio a las cualidades de otros, primero que nada, por
su valor como personas y segundo, por su conocimiento, y experiencia. Ejercer
este valor permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia con base
en normas e instituciones.
Asimismo, podemos referirnos a uno de
los derechos que todos los seres humanos tienen: a ser valorados, queridos,
cuidados, asistidos en situaciones de dificultad y protegidos. El respeto supone
que todos debemos tolerar nuestras diferencias, nuestras posibles limitaciones o
complicaciones, aquello que nos hace únicos e
irremplazables.
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