La feniletilamina (FEA), anfetamina que segrega el
cuerpo, es una de las sustancias implicadas en el enamoramiento. Este compuesto
activa la secreción de dopamina, neurotransmisor implicado en las sensaciones de
deseo y que nos hace repetir lo que nos proporciona placer, y produce oxitocina
que activa el deseo sexual.
Al inundarse el cerebro de esta sustancia, este responde
secretando dopamina, neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo
del cerebro, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que
genera placer, norepinefrina y oxiticina, que además de estimular las
contracciones uterinas para el parto y producir leche, es un mensajero químico
del deseo sexual, y estimula los neurotransmisores que originan al
enamoramiento. Tal mezcla de compuestos hace que los enamorados permanezcan
horas haciendo el amor y noches conversando, sin cansancio, que estén siempre
excitados, que necesiten al otro como una droga y que su capacidad para juzgarla
se reduzca a cero.
Las sustancias del abrazo y de la monogamia
Después de uno a tres años, la pareja empieza a
consolidarse y cae la producción brutal de dopamina, sustancias que aceleran, y
las parejas pasan a la ‘atracción intelectiva’. El uno encuentra en el otro
mucho más que una persona que lo atrae física, sensual y sexualmente y pasa de
la etapa en la que se dice “te deseo” a la que se dice “te quiero”. Georgina
Montemayor, académica del departamento de anatomía de la Facultad de Medicina de
la Universidad Nacional Autónoma de México, afirma que al recibir un abrazo, un
apretón de manos o una caricia, el cerebro libera oxitocina, conocida como
sustancia química del abrazo, que se descubrió en 1953. La liberan hombres y
mujeres al tocarse, abrazarse, y tiene un aumento máximo en el momento del
orgasmo, cuando llega a subir hasta 400 % por encima del nivel normal y hace que
las personas se apeguen. Otra sustancia es la vasopresina o ‘sustancia química
de la monogamia’, que se incrementa y hace que el vínculo se prolongue durante
muchos años.
FUENTE
http//www.elpais.com
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