miércoles, 24 de junio de 2015

LA DIGNIDAD


La dignidad se construye y se proyecta por medio de nuestra manera de vivir, no permitiendo a los demás hacernos objeto de ultrajes o humillaciones.
Uno de los fundamentos principales de la dignidad es auto valorarse y auto respetarse, es decir auto amarse. La dignidad implica el merecer lo mejor.
La dignidad va mano con mano con nuestro auto estima porque nos impulsa a resistirnos el ser utilizados o explotados por alguien que quiere tomar ventaja de
nosotros en el trabajo o en una relación sentimental.

La dignidad conlleva al balance emocional

Las personas que tienen dignidad son personas que tiene un buen balance emocional.
La dignidad no debe ser confundida con el orgullo o la arrogancia de pensar que somos mejores que las demás personas.
Eso caería en creernos más y tratar de poner a otras personas por debajo de nosotros como lo hacen generalmente las personas que tienen una personalidad narcisista.
La dignidad se desarrolla cuando tomamos control de nuestras acciones, libre y autónomamente.
Todos los seres humanos merecemos respeto, no importando la clase social a la que pertenecemos ni la cantidad de dinero que tenemos en el banco.
La dignidad refuerza nuestra personalidad y nos da la sensación de una satisfacción interna.
En tiempos antiguos a los judíos, gitanos y a nuestros indios, los europeos los hacían trabajar como si fueran animales con el propósito de hacerles perder su dignidad y hacerlos sujetos a todo tipo de humillaciones.

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