viernes, 1 de mayo de 2015

El valor de la voluntad

La voluntad es una fuerza interior que tenemos y nos empuja a llevar a cabo nuestros pensamientos. Es una fuerza que hay que hacerla crecer, alimentarla, para que sea ella el motor de nuestros actos, desde los más pequeños y cotidianos como pueden ser el levantarse cada día, hasta los más grandes como el de lograr aquello que nos estabilicen en la sociedad de la que somos parte, como el conseguir un puesto de trabajo, ser un buen ejemplo de ciudadano. En definitiva, es seguir construyendo a la persona, para ser precisamente eso, Una Persona cada dia mejor.
“Quien tiene educada la voluntad es más libre y puede llevar su vida hacia donde quiera”
El ser humano, de una manera u otra, en un momento determinado de su vida, se plantea su propio Proyecto de vida, para que este llegue a realizarse se dan una serie de fases, que pueden ayudar a su realización:
  • Formular la meta a dónde se quiere llegar, de forma clara y precisa.
  • Ser realista en fijar objetivos y propósitos, que estos sean posibles y medibles, haciendo una evaluación de lo realizado: “acción-reflexión-acción”.
  • Ser conscientes de la responsabilidad personal en el proyecto.
  • Ser capaces de motivarse con la consecución de pequeñas metas, como bien señala El Senberg:” La acción más pequeña vale más que la intención más grande”.
  • Admitir recompensas ante la consecución de pequeños objetivos.
  • Si en el proceso no  se logra todo lo que esperamos, no caer en el desánimo.
Si se ejercita el valor de la voluntad, partiendo de pequeños ejercicios en el que se tienen que poner en práctica lo volitivo, se irá creciendo y entonces se hará posible el desarrollo del proyecto de vida y la vivencia de otros valores como la libertad, diálogo, amistad, solidaridad, responsabilidad y todos los valores humanos.

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