La compasión es el sentimiento de empatía y comprensión con
respecto al sufrimiento de otra persona. Si este sentimiento se aplica a uno mismo, se
habla de la
autocompasión.
Sentir pena por nosotros es una
emoción relativamente habitual. Si hemos fracasado en un proyecto, nos sentimos
afligidos y nosotros mismos nos consolamos, nos compadecemos. Sería una manera
de aliviarnos, de dialogar interiormente para apaciguar el ánimo. Si este
mecanismo de apoyo es repetitivo y frecuente, es posible que tenga otra
interpretación, pues sea una manera de llamar la atención de los demás (nos
autocompadecemos para buscar la compasión de los otros). Otra variante de esta
conducta sería el caso de una escasa autoestima o, dicho en otras palabras, como
alguien no se quiere lo suficiente acaba sintiendo pena por sí mismo y cae en la
autocompasión. Los psicólogos consideran este proceso mental es
claramente destructivo, pues ambos sentimientos se alimentan uno al otro y
conducen al desánimo y a la depresión.
Mecanismo de defensa
En ocasiones la autocompasión funciona
como un mecanismo de defensa y sentimos pena para no asumir la responsabilidad
ante un problema. Sería una manera de autoengañarnos, ya que en lugar de centrarnos
en solucionar aquello que nos aflige, proyectamos en nosotros una actitud
protectora y compasiva.
En la vida cotidiana la autocompasión
recibe otras denominaciones. Se dice que alguien "se hace la víctima". El
victimismo es un comportamiento que implica cierto peligro. En primer lugar, nos
consideramos víctimas de algo y, en segundo lugar, nos lamentamos por ello. El
problema consiste en que tal vez no seamos víctimas, sino los causantes de un
problema. Así, el victimismo actúa como un truco, pero somos nosotros quienes
acabamos engañados. Quien se presenta como víctima, se autoconvence de que su
sufrimiento está provocado por los otros o por un motivo ajeno a él, por lo que
este tipo de excusas son valoradas por los psicólogos como un comportamiento
egocéntrico (su egocentrismo es muy particular, porque no se fundamenta en la
vanidad sino en la idea del protagonismo de la víctima).
La autocompasión tiene, para algunos
especialistas, un componente adictivo, es una especie de droga que nos
suministramos y que proporciona un cierto placer y estamos atrapados por
ella.
Tal y como se ha expuesto, la
autocompasión tiene varias caras y posibles significados. No hay una descripción
definitiva sobre este sentimiento y cada individuo lo experimenta de una manera
muy personal, aunque lo mejor sería no experimentarlo porque no lo
necesitamos.
FUENTE: http//definicion.mx/
No hay comentarios:
Publicar un comentario