lunes, 8 de febrero de 2016

SUEÑOS


 
En el griego es donde se encuentra el punto de partida del origen etimológico de la palabra sueños. En concreto en dicha lengua existía el término hypnos, equivalente a “dormir, soñar”, del cual derivó el vocablo latino somnus que puede traducirse como “sueño” y que ha sido el que ha permanecido hasta nuestros días.
 
 
La definición de sueño presenta a este concepto como una realidad virtual que se experimenta al dormir. Se originan a partir de un procedimiento de la mente no programado ni dirigido que se basa en la reelaboración de distintos datos que se almacenan en la memoria.
El sueño es el acto de dormir o el deseo de hacerlo. Por dar ejemplos de uso: “Me voy a dormir, tengo mucho sueño”, “Me levanté a las dos de la tarde: no tengo sueño”. Cabe resaltar que lo que conocemos como sueños (entendidas como las estructuras oníricas aleatorias) también se denominan ensueños.
Los sueños, dicen los expertos, pueden resultar incoherentes, aunque están impulsados por información alojada en el inconsciente de cada persona que, durante el estado de vigilia, es reprimida. Los sueños más elaborados y que más se recuerdan al despertar aparecen en la fase que se conoce como REM, la cual tiene lugar durante la última parte del dormir.
La acción de soñar únicamente se ha podido confirmar en el caso de los seres humanos. Se presume, de todas formas, que los mamíferos también pueden hacerlo ya que atraviesan por la fase REM y tienen un ciclo del sueño similar al de nosotros.
La interpretación y análisis de los sueños es una de las actividades contempladas por el psicoanálisis, una disciplina que reconoce dos tipos de contenidos. El componente manifiesto de cada sueño está compuesto por los acontecimientos tal como se lo describe y percibe, mientas que el contenido latente incluye el significado auténtico del sueño, y es el analista quien debe interpretarlo.
Así, entre las interpretaciones más conocidas está la que determina que cuando alguien ha soñado con la muerte de algún ser querido lo que está dejando patente es no sólo el que lo echa de menos sino también el que tiene mucho miedo a perderlo pues es alguien muy importante y significativo en su vida.
De la misma manera, es habitual que haya personas que sueñen con volar. En este caso, los especialistas en la interpretación de esos momentos oníricos dictaminan que es una manera de dejar patente la necesidad de libertad que tienen aquellas y que se encuentran en una etapa de sus vidas en las que tienen deseos de afrontar nuevos retos y de conseguir éxitos tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Además de ello tampoco podemos pasar por alto el hecho de que existe un concepto muy importante relacionado con el sueño: sonámbulo. Con él viene a definirse a aquella persona que mientras está dormida tiene la capacidad para realizar diversas acciones fuera de la cama y que pueden hacer parecer que está despierta. Así, un sonámbulo puede moverse por la casa, abrir puertas e incluso andar, aunque cuando esté despierto realmente no recordará nada de lo que hizo.
La noción de sueños, por último, también se utiliza para nombrar a los deseos o proyectos de difícil concreción: “Jugar en primera división y ganar el Mundial son mis sueños.
 

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