Cenicienta
es uno de los personajes animados de Disney preferidos de muchos niños y niñas.
El síndrome de Cenicienta muestra una forma de comportamiento que potencia la
búsqueda de pareja y del amor como una necesidad ante la angustia que produce la
soledad y la independencia. El ideal de pareja de quien se posiciona como
Cenicienta es la búsqueda de un Príncipe perfecto que al más puro estilo de los
cuentos de hadas se presenta como un salvador de una protagonista que se siente
frágil y desvalida por sí misma.
Es
decir, este tipo de comportamiento también es muy propio de haber interiorizado
al extremo los tópidos del amor romántico tan propios de algunas comedias del
tipo “fueron felices y comieron perdices para siempre”, “la búsqueda de la media
naranja”. De hecho, para romper con el síndrome de Cenicienta es muy importante
recordar que cada ser humano tiene valor por sí mismo, es decir, dos personas
que se quieren no son dos almas gemelas sino dos seres humanos que libremente
deciden compartir un proyecto de vida en
común al haberse enamorado.
Estereotipos románticos
Sin embargo, el síndrome de Cenicienta
aumenta si pensamos que otra persona puede llenar todas nuestras carencias
internas y nuestros vacíos del alma. En realidad, la búsqueda de la felicidad,
tanto estando soltero como en pareja, parte de uno mismo como un motor de desarrollo personal.
Desde este punto de vista, el síndrome de
Cenicienta muestra estereotipos perjudiciales para la propia mujer y su libertad
como persona que prioriza de un modo constante el cuidado de la familia por
encima de escuchar sus propias necesidades.
Relaciones de pareja insanas
Desde este patrón de comportamiento se
establecen relaciones de pareja que son totalmente poco saludables porque
muestran un desequilibrio. La princesa se posiciona en el rol de víctima
mientras que el príncipe ejerce el papel de héroe en la vida de ella.
Este tipo de idea puede causar un gran
sufrimiento puesto que, si ya de por sí es doloroso el rechazo amoroso,
cuando una mujer pone su valor en el hecho de ser o no ser aceptada por su
objeto de deseo, entonces, sufre mucho más porque ha volcado los pilares de su
autoestima en el lugar equivocado.
El amor de pareja sano es aquel que
parte de roles equitativos y se establece una relación en la que cada uno puede
crecer y desarrollarse como persona.
FUENTE:
www.definicionabc.com/social/sindrome-de-cenicienta.php
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