El cariño, amor, afecto o amabilidad que una persona expresa y
demuestra por determinadas cosas o por alguien se lo designa con el término de
ternura.
Aquellos seres más queridos como ser los
padres, los hermanos, los hijos, los abuelos, las mascotas y los amigos son
mayormente los destinatarios y objetos de nuestra ternura.
Gracias a la ternura cada individuo
podrá dar lo mejor de si mismo aunque únicamente la retribución de ello sea ver
sonreír a aquel que se ama. Por tanto, la misma resulta ser fundamental a la
hora de construir una relación basada en el amor, la confianza, el respeto y el
ida y vuelta.
Como consecuencia que todos los individuos somos distintos, es decir, tenemos
diferentes experiencias de vida, sentimientos, educaciones, que son las que
marcarán esas distinciones, entonces, aquello que despierta ese cariño que
mencionábamos, la ternura, en definitivas cuentas, será disparado por diversas
cuestiones, lo que a alguien le despierta ese sentimiento puede no despertarlo
en otro.
De todas maneras y a pesar de las
diferencias que puede haber entre unos y otros respecto de aquello que despierta
ternura, existen algunas imágenes y situaciones que inevitablemente despertarán
la ternura de la mayor parte de las personas, independientemente de la
educación, las creencias y las experiencias de vida que ostente.
Un bebé jugando, riéndose, abrazando a
su mamá, una mujer embarazada, un niño besando a su hermano a un amiguito, un
abuelo paseando con su nieto, una perrito recien nacido tomando de la teta de su
mamá, son imágenes y situaciones que suelen despertar la ternura de cualquier
persona que las contempla.
Por otro lado, a la blandura y la suavidad de un objeto o de una
superficie se la suele denominar como ternura.
Y cuando algo se presenta
carente de vigor y firmeza
se suele hablar en términos de ternura.
Fuente:
www.definicion.abc.com/social-ternura./php
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