viernes, 18 de julio de 2014

COMIENZA CONTIGO

Las siguientes palabras fueron escritas en la tumba de un obispo anglicano, en las criptas de la abadía de Westminster en Inglaterra.
Cuando era joven y libre, y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo.
Cuando me volví más viejo y más sabio descubrí que el mundo no cambiaría,  así que acorté mis anhelos un poco y decidí cambiar sólo mi  país.
Cuando entré en el ocaso de mi vida, en un último y desesperado intento decidí cambiar sólo mi familia,
a los que estaban más cerca de mí, pero igualmente ellos no cambiarían.
Ahora, mientras me encuentro en mi lecho de muerte, repentinamente me doy cuenta de que si hubiera podido cambiarme primero a mí mismo, entonces por el ejemplo habría cambiado a mi familia, por su inspiración y valor hubiera podido cambiar mi país y a lo mejor hubiera podido cambiar al mundo.
 
ANONIMO.

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