sábado, 19 de julio de 2014

La fraternidad vence la indiferencia

José Mario Ruiz Navas
En 1967, Paulo VI inició Jornadas Mundiales para fomentar la paz. Puso como tema El desarrollo integral es el camino hacia la paz. Juan Pablo II invitó a mirar la paz como un bien indivisible: o es de todos o es de nadie. Benedicto XVI observó que la fraternidad es antídoto contra la pobreza. Francisco, en el 47 Mensaje, invita a mirar la fraternidad como inspiración y fuerza, para superar la pobreza y generar la paz.
Francisco pone en guardia frente a la indiferencia el grande obstáculo a la fraternidad en el siglo XXI. Señalo algunas indiferencias ecuatorianas grandes y pequeñas. Algunas llegan al menosprecio de nuestra cultura y de nuestras razas. La indiferencia frente a la libertad esteriliza: justicia y libertad. Se ha difundido la indiferencia frente al futuro, frente a una educación ideologizada talla única. No educamos para ser hoy y mañana, sino para tener hoy, como sea... Gastamos todo lo de hoy. Otros se las vean con el mañana. Somos indiferentes frente a lo que no es mío y no está ligado al dinero.
Somos menos indiferentes frente a la inmigración del campo a la ciudad; nos interesan el sueldo, el bono, el equipo preferido. Urge educar en valores, nuestros valores. Los tenemos. Reducirnos a pan y circo es menospreciarnos hoy y esterilizarnos para mañana.
Los medios científico técnicos son ambivalentes; por un lado son excelentes para la globalización, y con ella para difundir el mutuo interés. Por otro lado, fomentan el encerramiento en sí mismos, como esos modernos zombis, que obturan sus oídos. Ciencia y técnica no bastan para superar situaciones de pobreza, de injusticia, si no están al servicio de la fraternidad, sino del individualismo, del egocentrismo y consumismo, fomentando la mentalidad del “descarte”, o sea del abandono de los más débiles.
En la familia se asimilan los valores humanos de respeto mutuo, de solidaridad, de unidad en la diversidad. En la familia se moldea la identidad nacional. La escuela completa, sistematiza.
La familia afronta hoy un ambiente hostil, especialmente en países que reducen el desarrollo a lo económico.
Según la experiencia, las transformaciones sociales se sostienen si nacen y florecen del respeto a los valores humanos. La fraternidad los resume: “La fraternidad genera paz social, porque crea un equilibrio entre libertad y justicia, entre responsabilidad personal y solidaridad, entre el bien de los individuos y el bien común”.
 

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