lunes, 7 de marzo de 2016

EL EGO


 
El ego es, para la psicología, la instancia psíquica a través de la cual el individuo se reconoce como yo y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y los instintos del ello.Para el psicoanálisis freudiano el ello (id) está compuesto por los deseos y los impulsos. El superyó (superego), en cambio, está formado por la moral y las reglas que un sujeto respeta en la sociedad. El yo (ego), por último, es el equilibrio que permite que el hombre pueda satisfacer sus necesidades dentro de los parámetros sociales.
Aunque algunas corrientes rechazan esta división de la mente en tres personas diferenciadas, para Sigmund Freud la personalidad humana está compuesta tanto por los elementos concientes como por los impulsos inconscientes.
El ego, que evoluciona con la edad, intenta cumplir con los deseos del ello de manera realista y conciliándolos con las exigencias del superyó. El yo, por lo tanto, cambia con el paso del tiempo y de acuerdo al mundo externo.
Freud cree que el ego trasciende el sentido de uno mismo para convertirse en un sistema de funciones psíquicas de defensa, funcionamiento intelectual, síntesis de la información y memoria, entre otras. El yo supone el primer paso del propio reconocimiento para experimentar alegría, castigo o culpabilidad.
Otro de los muchos autores que han trabajado y estudiado acerca del yo y del ego es el psicoanalista francés Jacques Lacan, que llegó a establecer que, bajo su punto de vista, aquel venía a ser una alienación para el propio ser humano. Y es que el individuo se ve en todo momento en su ego, sin olvidar tampoco que la formación del ego se produce en un primer momento dentro de lo que sería un triángulo formado por su madre, el propio individuo y el objeto a.
En el lenguaje coloquial, por último, se suele hacer referencia el ego como exceso de autoestima. Por ejemplo: “Este actor tiene tanto ego que, en algún momento, va a chocar contra una pared”.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el hecho de que existen dos palabras muy utilizadas en nuestro idioma que precisamente se sustentan en la palabra ego. Por un lado, nos encontramos con el término ególatra, que procede del griego, y que viene a definir a aquella persona que practica la egolatría, es decir, que tiene un amor exagerado de sí misma.
Por otro lado, se halla la palabra egoísta que, de la misma manera, es un adjetivo que se emplea para hacer referencia a todo individuo que no sólo tiene un amor excesivo por su propia persona sino que además esto le hace estar en todo momento pendiente de su propio interés sin tener en cuenta el de las demás personas que le rodean.
 
fuente: http//definicion.de/ego
EL EGO
 
El ego es, para la psicología, la instancia psíquica a través de la cual el individuo se reconoce como yo y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y los instintos del ello.Para el psicoanálisis freudiano el ello (id) está compuesto por los deseos y los impulsos. El superyó (superego), en cambio, está formado por la moral y las reglas que un sujeto respeta en la sociedad. El yo (ego), por último, es el equilibrio que permite que el hombre pueda satisfacer sus necesidades dentro de los parámetros sociales.
Aunque algunas corrientes rechazan esta división de la mente en tres personas diferenciadas, para Sigmund Freud la personalidad humana está compuesta tanto por los elementos concientes como por los impulsos inconscientes.
El ego, que evoluciona con la edad, intenta cumplir con los deseos del ello de manera realista y conciliándolos con las exigencias del superyó. El yo, por lo tanto, cambia con el paso del tiempo y de acuerdo al mundo externo.
Freud cree que el ego trasciende el sentido de uno mismo para convertirse en un sistema de funciones psíquicas de defensa, funcionamiento intelectual, síntesis de la información y memoria, entre otras. El yo supone el primer paso del propio reconocimiento para experimentar alegría, castigo o culpabilidad.
Otro de los muchos autores que han trabajado y estudiado acerca del yo y del ego es el psicoanalista francés Jacques Lacan, que llegó a establecer que, bajo su punto de vista, aquel venía a ser una alienación para el propio ser humano. Y es que el individuo se ve en todo momento en su ego, sin olvidar tampoco que la formación del ego se produce en un primer momento dentro de lo que sería un triángulo formado por su madre, el propio individuo y el objeto a.
En el lenguaje coloquial, por último, se suele hacer referencia el ego como exceso de autoestima. Por ejemplo: “Este actor tiene tanto ego que, en algún momento, va a chocar contra una pared”.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el hecho de que existen dos palabras muy utilizadas en nuestro idioma que precisamente se sustentan en la palabra ego. Por un lado, nos encontramos con el término ególatra, que procede del griego, y que viene a definir a aquella persona que practica la egolatría, es decir, que tiene un amor exagerado de sí misma.
Por otro lado, se halla la palabra egoísta que, de la misma manera, es un adjetivo que se emplea para hacer referencia a todo individuo que no sólo tiene un amor excesivo por su propia persona sino que además esto le hace estar en todo momento pendiente de su propio interés sin tener en cuenta el de las demás personas que le rodean.
 
fuente: http//definicion.de/ego

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