miércoles, 14 de diciembre de 2016

PUEDO ABRAZARTE




Cuando pagaba en la caja del supermercado, observé que las personas de
la cola estaban serias, entonces tarareé una canción; la cajera sonrió
y me dijo ¿Porqué está tan feliz? y las restantes personas
sonrieron.Luego, encontré una pareja joven que entraba y les saludé
amablemente; me sonrieron y saludaron alegres. Más tarde encontré uno
de mis relacionados, lo saludé afablemente diciéndole: -es Navidad
¿Puedo abrazarte? -Claro que sí, me dijo y sentí la calidez de su
abrazo.Todo esto me hizo preguntarme: Si a la gente agrada cantar,
saludar y abrazar a sus amigos ¿Por qué no lo hacen? ¿Qué les limita?
¿Dónde se nos quedó la espontaneidad, alegría e interés por los demás?
Porque, cuando saludamos o expresamos: ¿Cómo estás? demostramos
nuestro interés por esa persona, que nos alegramos de verla y que nos
importa.¿Qué nos sembró de indiferencia sobre las cosas bellas,
irreemplazables e irrepetibles que nos brinda un hermoso día lleno de
colores, sonidos y extraordinarios pequeños detalles? O, ¿Una pacífica
noche, cómplice de nuestra aventura amorosa? O, ¿Esos maravillosos
seres dadores de amor que son nuestros hermanos humanos?No encuentro
explicación racionalmente aplicable. Intuyo similitud con quien no
disfruta del color y aroma de una rosa por temor a espinarse; no
observa ni siente las olas del mar por miedo a ahogarse; no sale al
campo por miedo a una serpiente; o teme entablar una relación íntima
para evitar que puedan herirlo: todo absolutamente
injustificado.¿Acaso estamos permitiendo que el temor… a todo, nos
robe la espontaneidad, alegría, disfrute, sensibilidad y solidaridad
humanas? ¿No fue a disfrutar de esta vida que vinimos a este mundo?
¿No está Dios al lado de nosotros para cuidarnos?Siento que debemos
forzarnos por no permitir hacernos tristes. Tenemos todo para ser
felices. Solo se requiere cambiar de actitud. Tenemos que sonreír más,
saludar a las personas y demostrarles que nos interesan; pero
especialmente, hacer algo para que sientan que las amamos. Es todo lo
que necesitan para cambiar esa cara recelosa, seria, preocupada,  por
la otra: alegre, fresca, radiante de… amor.Inténtelo, no es tan
difícil y cuántos amigos nos regala. Comience ahora, que se sentirá
muy bien. No olvide que “EL QUE ES RICO EN AMIGOS, ES POBRE EN
DIFICULTADES.

fuente: www.unavidafeliz.com

1 comentario:

  1. Que lindo artículo!!!!!!! es cierto, los amigos son como tesoros que encontramos y disfrutamos, gracias a mis amigos me siento cada vez más y mejor aconmpañada.

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